El juzgado de lo penal 6 de Madrid ha condenado a la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, a pagar una multa de 4.380 euros por un delito contra los sentimientos religiosos por manifestarse con el torso descubierto en la capilla de la Universidad Complutense en 2011.

Maestre ha afirmado hoy que no va a presentar la dimisión y recurrirá la sentencia del juzgado de lo penal 6 de Madrid que la condena a pagar una multa de 4.320 euros por un delito contra los sentimientos religiosos. La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha arropado a su "amiga", la portavoz del Gobierno municipal, Rita Maestre, y ha mostrado su temor a una "involución en la libertad de expresión".

La alcaldesa, jueza jubilada, ha declarado que la sentencia no es firme y que es una "interpretación de un acto de protesta". Maestre ha reiterado que la protesta en la capilla del campus de la Complutense fue pacífica y que no fue su intención ni de nadie los que participaron en ella ofender los sentimientos de nadie. No obstante, ha vuelto a decir que si alguien se sintió ofendido lo lamenta.

El fiscal pedía para la portavoz de Ahora Madrid 1 año de cárcel, la misma pena que para Héctor Meleiro, que figuraba en la lista de Podemos a la Comunidad de Madrid y que ha resultado absuelto, según figura en la sentencia a la que ha tenido acceso Efe.

No obstante, la jueza entiende que entre las dos penas alternativas de prisión o multa resulta "procedente imponer la pena alternativa de multa como más adecuada y proporcional a las circunstancias de los hechos careciendo la acusada de antecedentes penales".

Es más, la magistrada le impone el mínimo legal de 12 meses de multa en lugar de optar por el máximo de 24 meses, al no concurrir agravantes ni atenuantes.

Ahora bien, la portavoz municipal no ha sido inhabilitada dado que el escrito de acusación de la Fiscalía es previo a su participación en la política y, por tanto, no recogió este supuesto.

Maestre manifestó en el juicio que fue una protesta pacífica en la que se quitó la camiseta y se quedó en sujetador al ver que lo hacían otras compañeras pero estimó que "el torso desnudo no tiene que ser una cosa ofensiva" y dijo que no tocó ningún objeto del altar.

No obstante, afirmó "que vistas las consecuencias no lo volvería a hacer" aunque mantuvo que "no era consciente de que estaba cometiendo un delito sino que era una protesta como otras de tipo político" en las que participaba como universitaria activista.

En este sentido, la jueza "no duda que fue una protesta, pero esa protesta se realizó con el ánimo de ofender los sentimientos religiosos".

La reacción en Podemos tras conocerse la noticia ha hecho que hasta Íñigo Errejón haya roto su silencio con un mensaje de apoyo en Twitter en el que ha criticado un "castigo rancio" que considera "propio de otros tiempos".

La jueza añade que Maestre "era consciente del lugar en donde se encontraba y en el contexto de la ridiculización a la postura de la Iglesia Católica realizaron actos vejatorios y ofensivos atentatorios al debido respeto al altar y su significado", con los que tenía "una clara intención de ofender o menospreciar los sentimientos religiosos".

La magistrada considera probado que el 10 de marzo de 2011 a las 13.00, Maestre entró junto con un grupo de personas a la capilla del campus de Somosaguas, invadieron el espacio destinado al altar con intención de ofender los sentimientos religiosos de los allí presentes.

Una vez allí leyó un manifiesto en el que criticaba a la Iglesia por ser una institución basada "en códigos antidemocráticos y machistas, dentro de la cual las mujeres ocupan un papel secundario y los homosexuales no existen".

En el documento, denunciaba que la Iglesia se rige por "normas obsoletas y misóginas", tiene un "discurso caduco y reaccionario" y una "moral puritana y opresiva".

Al terminar de leerlo, Maestre se quitó la camiseta, se quedó en sujetador y otras mujeres se desnudaron de cintura para arriba.

Dos de ellas se dieron además un beso en la boca tras lo que se dirigieron hacia fuera de la capilla: "Vamos a quemar la Conferencia Episcopal", "Menos rosarios y más bolas chinas", "Contra el Vaticano, poder clitoriano" y "Sacad vuestros rosarios de nuestros ovarios".

Una de las personas que entró en la capilla grabó los hechos y según la jueza, si bien Meleiro entró en el interior junto a ese grupo de personas, no ha quedado acreditado que él participara en la acción.

Eso sí, la magistrada considera que la protesta sí que fue organizada y desmonta los argumentos de los dos acusados que afirmaron en la vista oral que se sumaron al grupo por mera casualidad y que desconocían lo que iba a pasar dentro de la capilla.

"No es lógico ni razonable que la acusada se sume de manera espontánea y casual a la protesta de un grupo de personas que van a la capilla, y adopte una postura activa en los actos que desarrollan", sino que existían un acuerdo entre ella y el resto de las mujeres que se pusieron alrededor del altar.