El presidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont, ha anunciado que en septiembre se someterá a una cuestión de confianza en el Parlament, para comprobar si dispone de una mayoría parlamentaria suficiente como para seguir gobernando, después del veto de la CUP a los Presupuestos.

Una vez que el pleno de la cámara catalana rechazara, con los votos de la CUP y del resto de la oposición, la admisión a trámite de los Presupuestos, Puigdemont ha solicitado intervenir desde la tribuna de oradores para exponer las consecuencias que se derivarán de este bloqueo presupuestario propiciado por quienes teóricamente eran los socios que debían dar estabilidad al Govern.

En un tono contrariado, Puigdemont ha constatado que su gobierno "ha perdido la mayoría necesaria" para llevar a cabo sus planes y que han cambiado las "condiciones" previstas en el acuerdo de estabilidad firmado en enero con la CUP.

"No tengo ningún interés en alargar injustificadamente el mandato. Yo quiero hacer la independencia", ha dicho Puigdemont, que ha acusado a la CUP de "deslealtad".

El presidente catalán ha indicado que de la cuestión de confianza se derivará si tiene el respaldo mayoritario para seguir gobernando o si, en cambio, se abre un proceso "para unas nuevas elecciones".

Puigdemont ha dicho -con "tristeza y decepción"- que Junts pel Sí (CDC y ERC) ganó las elecciones con 1,6 millones de votos y retiró a su candidato, Artur Mas, "en aras de mantener viva la ilusión y la hoja de ruta", mientras que 10 diputados de la CUP, que representan unos 300.000 votos, "no puede retirar una enmienda a la totalidad", para concluir: "No hay proporción, ni lógica ni lealtad".

"Confiaba en ustedes, les he defendido hasta el final, mucha gente confiaba en ustedes", ha agregado dirigiéndose a la CUP, partido que, a su juicio, "ha decepcionado las esperanzas de millones de personas movilizadas estos años y que no tenían otro cálculo que Cataluña fuese un Estado independiente".

En un discurso de unos 15 minutos, y tras admitir que ha "perdido la mayoría necesaria" para cumplir con el plan de gobierno, el presidente catalán ha afirmado que no desea tener que administrar los "trastos" de un presupuesto prorrogado que, ha recalcado, "no tenía el mandato de la independencia como lo tiene éste".

Asimismo, ha reconocido las vicisitudes de "enfrentarse al Estado" con una prórroga presupuestaria, lo que es, ha dicho, como "cazar elefantes con escopetas de balines".

En este contexto, Puigdemont ha remarcado que el Govern no puede quedar ni "en manos" de los grupos que exigen renunciar a la hoja de ruta, ni a expensas de los que "exigen la independencia solo a su manera y con su estrategia, aunque contradiga el modelo de la sociedad de la mayoría", en alusión a la CUP.

La CUP hizo efectivo su veto

Tras cerca de seis horas de debate en el Parlament, la CUP ha hecho efectivo su veto al proyecto presupuestario del Govern y ha dejado solo al grupo de Junts pel Sí, lo que abre una crisis entre las dos fuerzas independentistas seis meses después del acuerdo que suscribieron para hacer posible la investidura de Carles Puigdemont como presidente catalán.

Las enmiendas a la totalidad han sumado 72 votos, por encima de los 62 de Junts pel Sí, por lo que el proyecto presupuestario ha sido devuelto al Govern sin haber podido ser tramitado en el Parlament.

Dado el rechazo a los presupuestos, es probable que el Govern opte por retirar el proyecto de ley de medidas fiscales y financieras, la conocida como ley de acompañamiento, que se iba a discutir justo a continuación.

Tras la votación, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha pedido la palabra para transmitir su opinión sobre las consecuencias del veto de la CUP.

De nada han servido las apelaciones del vicepresidente del Govern y conseller de Economía, Oriol Junqueras, a la CUP para que permitiera que el proyecto fuera admitido a trámite y se iniciara una negociación para introducir modificaciones vía enmiendas.

Junqueras ha alertado a la CUP de las "gravísimas" consecuencias sociales para los catalanes que tendrá no aprobar las cuentas.

El portavoz adjunto de Junts pel Sí Roger Torrent ha ido más allá y ha denunciado las "falsedades" lanzadas por la CUP para justificar su enmienda a la totalidad, tras la cual el acuerdo de estabilidad entre las fuerzas independentistas "pende de un hilo".

En la defensa de la enmienda a la totalidad, la diputada de la CUP Eulàlia Reguant ha acusado al Govern de haber hecho unos presupuestos muy "continuistas", que "claudicaban" ante las exigencias del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, pero ha ofrecido pactar las cuentas correspondientes a 2017 y ha asegurado que el acuerdo de estabilidad con Junts pel Sí no está roto sino que ha "mutado".