La abogada que representa al sindicato Manos Limpias en el juicio del caso Nóos, Virginia López Negrete, quien a las 11.15 horas ha comenzado a exponer su informe final en la vista oral, ha iniciado su alegato centrado su intervención en la "altísima" preparación, educación y la trayectoria profesional de la Infanta Cristina, quien al frente de la empresa Aizoon, que comparte al 50 por ciento con Iñaki Urdangarin y a través de la que éste había defraudado a Hacienda, "sabía y supo muy bien lo que hacía desde el primer momento".

De hecho, ha manifestado que "lo que el matrimonio pretendía era crear una sociedad instrumental, pura ficción", en la que, aunque él fuera el único generador de las rentas que cobró a través de Aizoon, la Infanta también se aprovechara de ella y fuese "copartícipe de esta simulación". "No sólo participó sino que se benefició de forma consciente, y mantuvo [esta actuación] en el tiempo", ha espetado.

La letrada ha descrito la "cualificación reforzada" de la exduquesa de Palma, "cualidades dignas de admiración. No es una ciudadana al uso, su educación y formación tampoco". Es por ello que, ha manifestado, en virtud de su "altísima preparación, formada como una infanta que es, el conocimiento se le presume. Y además es alta funcionaria de la tercera entidad bancaria más importante del país. No es un crimen".

En opinión de la abogada, estas circunstancias "ponen en evidencia el conocimiento en todo lo que [la Infanta] hace y lo que firma. Su esposo, con el afecto conyugal que le honra, asume toda la responsabilidad excluyendo a su esposa, procesalmente irrelevante, pero los hechos son tozudos por sí mismos.

"Escudo fiscal"

López Negrete ha apuntado al "afán de abusar del fisco" por parte de la Infanta Cristina y de su marido, Iñaki Urdangarin, a través de Aizoon, con el objetivo de canalizar los ingresos que éste percibió de mercantiles privadas y constituir la "caja común del matrimonio".

Una entidad en la que, ha abundado la abogada durante la exposición de su informe final en el juicio de esta causa, la exduquesa suponía "un freno" y un "escudo fiscal" ante la posibilidad de que fuese inspeccionada.

La abogada ha hecho referencia asimismo a la contratación de numerosos trabajadores falsos a través de Aizoon, una actuación dirigida a simular la actividad de Aizoon así como "mantener las apariencias frente al fisco" y de lo cual era consciente la mujer del exduque, tal y como ha recalcado.

López Negrete también ha aludido a los numerosos correos aportados a la causa en los que se acredita que la Infanta y Urdangarin "tenían una comunicación muy fluida entre ellos, lo cual no deja de ser algo normal en un matrimonio. Es cierto que muchos eran referidos al Instituto Nóos, y no eran ajenos el uno al otro de sus negocios".

Respecto a los gastos personales en los que ambos incurrieron a través de Aizoon, la letrada ha subrayado que uno de los datos que demuestran que Aizoon "era la caja común" del matrimonio es el haber cargado en la misma los gastos personales de ambos. "Multud de facturas constan en la causa al respecto. El matrimonio vivía de la pantalla de Aizoon. Comuniones, celebraciones, viajes a Africa y Brasil, adquisiciones en la pinacoteca, compras de botas en Nueva York... y de esto era consciente la Infanta", ha remachado.

Es más, ha aseverado que la hermana del Rey Felipe VI "tenía su propia tarjeta de crédito" a nombre de Aizoon, realizando con ella "actos de disposición en abuso de su sociedad". "Es la manera habitual cuando lo que se pretende obtener los mayores beneficios fiscales", ha subrayado.

En concreto, Manos Limpias, única acusación que reclama pena de prisión para la hermana del Rey Felipe VI, solicita ocho años de cárcel para ella al considerarla cooperadora necesaria de dos delitos fiscales.