Un millón de conductores pisa el acelerador más de la cuenta y muchas veces tiene consecuencias letales, ya que la velocidad causa 300 muertes al año, según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), que hoy ha puesto en marcha una campaña para intensificar los controles esta semana.

En vísperas de que concluya la operación especial de Tráfico para regular los 84 millones de viajes previstos este verano, la DGT ha decidido intensificar desde hoy y hasta el día 28 los controles para concienciar a los conductores de ese factor de riesgo, porque, según los estudios llevados a cabo, circular a una velocidad adecuada evitaría una cuarta parte de los fallecidos en carretera.

De hecho, según informa Tráfico, el incumplimiento de los límites establecidos preocupa especialmente a la Unión Europea, que en uno de sus últimos informes en esta materia solicitó a todos los estados miembros hacer cumplir los códigos de la circulación, construir y mantener las infraestructuras y realizar campañas de sensibilización.

A esta campaña, la DGT ha invitado a los ayuntamientos y las comunidades autónomas con competencias en esta materia a sumarse a esta campaña, que se realiza de forma simultánea en 25 países europeos.

En el inicio de la campaña, al que han asistido los medios de comunicación, el subdirector de Movilidad de la DGT, Jaime Moreno, ha resaltado la importancia de respetar los límites de velocidad, una de los factores que junto el consumo de alcohol y drogas contribuyen al aumento de la siniestralidad.

Según el último estudio de medición de la velocidad realizado por la DGT, las vías convencionales limitadas a un máximo de 90 kilómetros por hora son las carreteras donde más se incumplen los límites de velocidad.

Así, cuatro de cada diez conductores pisan el acelerador por encima de lo permitido, un 25 % supera la velocidad en más de 10 km/h y un 12 por ciento en más de 20 km/h.

Respecto a las vías limitadas a 100 km/h, el porcentaje de vehículos que superan la velocidad establecida es algo menor.

Por ello, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil duplicarán los controles en este tipo de vías, ya que son las carreteras que presentan un mayor riesgo y que registran 8 de cada 10 fallecidos.

Tráfico ha identificado los tramos más peligrosos, denominados con el acrónimo Invive (Intensificación de la Vigilancia de la Velocidad) y está señalizando 300 en las carreteras convencionales.

De este modo, está instalando señales fijas de color naranja que se sitúan bajo la vertical de limitación de velocidad del tramo.

Y se están colocando en los tramos más peligrosos de la red de carreteras convencionales del ámbito de competencias de la DGT, donde se han medido mayores efectos combinados de excesos de velocidad (que en algunos casos superan los 30 km/h), accidentalidad y mortalidad en el quinquenio 2010-2014.

Estos tramos van a ser sometidos a mayor control y vigilancia de la velocidad con medios policiales o automáticos.

Tráfico recuerda que hace un año publicó una instrucción por la que se unificó en todo el territorio de su competencia el umbral de tolerancia con el que actúan los radares, tanto fijos como móviles, a fin de que los conductores conocieran cuál es la velocidad a partir de la que se va a denunciar.

Ese umbral de tolerancia es de 7 km/h si la velocidad del vehículo es inferior a 100 km/h y de 7 por ciento si es superior.

Cada año, asegura Tráfico, más de un millón de conductores circulan a velocidades superiores a la permitida, un hecho que en ocasiones tiene consecuencias letales.

Un aumento del 5 % en la velocidad incrementa un 10 % los accidentes que causan traumatismos y un 20% los de víctimas mortales.

A partir de 80 km/h es "prácticamente imposible" que un peatón salve la vida en un atropello, pero a 30 km/h el riesgo de muerte del viandante se reduce a 10 %.