El politólogo Pablo Simón analiza en esta entrevista las consecuencias que las elecciones de este domingo en Galicia y el País Vasco pueden tener para las distintas formaciones y en la situación de bloqueo que vive la política española. Simón ve muy improbable en la actual situación que se produzca un desbloqueo de la investidura. El politógo descarta que el PSOE pueda modificar su 'no' y considera que depende de un posible acuerdo entre el PP y el PNV que pueda evitarse la celebración de unas terceras elecciones.

Tras este 25-S, ¿estamos más lejos o más cerca de unas terceras elecciones generales?

Yo tampoco tenía muchas esperanzas de que estas elecciones autonómicas sirvieran para desbloquear la situación, a menos que hubiese una sorpresa muy grande. La vía de desbloqueo a través del PSOE la veo imposible porque el partido está muy dividido. Y cuando un partido está muy fragmentado, el punto de acuerdo es el 'no'. Por lo tanto, yo creo que el desbloqueo o llega a través del PNV si el PP logra acercarse a este partido, o es muy improbable y por tanto nos veremos abocados a las terceras elecciones.

En cualquier caso, al PNV no le hacen falta los votos del PP...

No, cierto. El mecanismo no puede ser que PNV y PP se intercambien votos en Euskadi y en Madrid porque el PNV no los necesita. El mecanismo para un posible acuerdo debe ser que el PP haga una oferta muy buena que logre atraer al PNV.

¿Y descarta un cambio de posición del PSOE?

Sí. A menos que se produzca una catarsis interna que ahora mismo no podemos anticipar, pero por ahora es muy improbable que dentro del PSOE se pueda producir una abstención.

¿En qué posición queda Rajoy tras estas elecciones? ¿Sale reforzado o puede ver amenazado su liderazgo por el 'músculo' electoral de Feijóo?

En Galicia es fácil ganar para el PP porque es un bastión histórico. Yo desconozco si entre Rajoy y Feijóo tienen buena o mala relación, pero en todo caso una derrota de Feijóo sí habría supuesto un golpe muy duro dentro del PP. La victoria conseguida este domingo ni le da más fuerza ni le quita, simplemente pone de manifiesto que el PP sigue siendo una auténtica locomotora electoral en Galicia.

¿Y en qué situación queda Pedro Sánchez tras los malos resultados cosechados por el PSOE?

Tengo la impresión que estos resultados ya los anticipaban dentro del PSOE. Al final, los resultados son parecidos a los que auguraban las encuestas. Por lo tanto, entiendo que Sánchez no sale ni reforzado ni debilitado. Tengo la impresión de que los resultados deberían haber sido mucho más catastróficos para que el liderazgo nacional se viera amenazado. Al tratarse de elecciones autonómicas, la cúpula del partido siempre puede trasladar responsabilidades.

¿No ve posible, entonces, un paso atrás de Pedro Sánchez en estos momentos?

No. Veremos qué pasa en el Comité Federal, pero no lo imagino en estos momentos.

¿Qué papel pueden jugar los barones críticos a partir de ahora?

Está claro que reaccionarán críticamente, pero yo no sé si tienen fuerza suficiente para plantear una conspiración abierta para intentar descabalgar a Sánchez. Pero bueno, habrá que esperar acontecimientos. Este será un mes frenético.

¿Cómo afectan los resultados al debate interno que se ha abierto en Podemos?

Pueden influir mucho. Además de la posible fractura que existe entre los 'errejonistas' y los 'pablistas', también existe una fractura a nivel territorial, entre las relaciones de la dirección en Madrid y las bases regionales... Estos resultados, sobre todo en el País Vasco, empañan en cierta medida sus esperanzas de remontar a nivel nacional.

¿Y cómo valora el papel de Ciudadanos en estas elecciones del 25-S? ¿Puede tener consecuencias para el liderazgo de Albert Rivera?

Eran conscientes que sus resultados iban a ser pobres y que les iba a costar mucho entrar en las cámaras autonómicas y efectivamente así ha sido. Creo que el liderazgo de Rivera no se verá afectado porque no ha habido ningún resultado fuera de lo esperado.