El PP desea que los socialistas españoles den su apoyo a la reelección de Mariano Rajoy al frente del Gobierno, con garantías de estabilidad, mientras que éstos sólo se plantearían respaldar la investidura, pero no toda la legislatura.

A 26 días de que venza el plazo para que haya un nuevo Ejecutivo antes de que el Parlamento se disuelva y se convoquen elecciones legislativas en diciembre continúan las dudas sobre qué ocurrirá, pero ya todas las cartas están en la mano del PSOE, que asume que o respalda a Rajoy o habrá comicios, los terceros en un año.

La renuncia el pasado sábado del líder socialista, Pedro Sánchez, acosado por sus numerosos críticos, ha dado paso a una comisión gestora cuya labor inmediata es dar una respuesta a si Rajoy podrá contar con una abstención de los diputados del PSOE para poder mantenerse al frente del Gobierno.

Los populares, y el propio Rajoy, llevan meses pidiendo al PSOE apoyo para seguir de presidente del Gobierno y ahora redoblan esa solicitud, pero advierten de que debe ir acompañada de un compromiso de estabilidad.

El portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, dijo que la eventual abstención del PSOE para facilitar un gobierno de Rajoy no sea meramente "estratégica", para evitar elecciones, sino "útil para que haya un ejecutivo que pueda gobernar y una legislatura estable".

Las palabras de Hernando se explican en que todas las encuestas auguran que, en caso de comicios en diciembre, el PP subiría en escaños y el PSOE bajaría por su imagen de división interna, por lo que los socialistas no se verían beneficiados por las urnas.

De ahí que el portavoz Hernando rechace una abstención "técnica" de los socialistas, ya que prefiere un compromiso temporal que dé lugar a una legislatura estable.

La utilidad - apuntó - "no consiste en que haya un gobierno que dure un día, sino que haya un gobierno que pueda gobernar".

Esta idea no gusta al PSOE, que vive con zozobra la perspectiva de tener que investir presidente a su rival, Rajoy, por el coste de imagen que le causaría, pero consciente de que las nuevas elecciones serían una mala solución.

El portavoz de la gestora provisional del PSOE, Mario Jiménez, aseguró que el PP "no está en situación de poner condiciones absolutamente para nada" a cambio de que los socialistas se abstengan ante Rajoy, al que ha exigido dejar de "jugar a tácticas de guerra electoral".

La frase implica aceptar que unos comicios en diciembre favorecerían las perspectivas del PP, que ahora tiene 137 escaños en un Congreso de 350 diputados.

Jiménez subrayó que el PSOE aún no ha tomado una decisión sobre qué hará en caso de que Rajoy se presente de nuevo a la reelección, pero sí hizo hincapié en que se trataría solo de una posición sobre la investidura, no para la legislatura.

La gestora convocará en breve a los dirigentes regionales del partido para avanzar en el debate antes de que un Comité Federal, máximo órgano directivo, tome una decisión, previsiblemente a mediados de este mes.

Lo que los socialistas descartan ya es la hipótesis de un Ejecutivo del PSOE con la coalición de izquierdas Unidos Podemos y los liberales de Ciudadanos, algo que Pedro Sánchez defendió como factible.

Por otra parte, una encuesta del oficial Centro de Investigaciones Sociológicas constató que crece la preocupación de los ciudadanos por la falta de Gobierno, aunque todavía a un nivel bajo.

Según esta encuesta, el 11,6 por ciento de los ciudadanos ven la falta de gobierno como un problema, y lo sitúan ya como el quinto problema para el país, por detrás del desempleo (71,6%), la corrupción y el fraude (36,6%), los políticos (29,3) y los problemas económicos (23,7).

En cambio, sube considerablemente la percepción pesimista de los ciudadanos sobre la situación política: el 87,1 por ciento la ve mal.