El Rey Felipe VI viajará a Arabia Saudí los próximos 12 a 14 de noviembre retomando así la visita que postergó en enero pasado como consecuencia de la situación política en España, al igual que ocurrió con otros viajes programados a Reino Unido, Japón y Corea del Sur, un viaje que ha despertado cierta polémica entre la clase política por ser este un país en el que el respeto a los derechos humanos está en entredicho.

Se espera que este viaje sirva para firmar un contrato por el que la empresa pública española Navantia construiría cinco corbetas para las Fuerzas Armadas saudíes, que garantizaría carga de trabajo durante cinco años a los astilleros de Ferrol (A Coruña) y San Fernando (Cádiz).

Cuando a principios de año se hizo pública la intención del Rey Felipe VI de visitar Arabia Saudí --pocos días después de que su padre, Don Juan Carlos, hiciera una gira privada por los países del Golfo Pérsico--, Podemos pidió a la Casa del Rey y al Gobierno que suspendieran el viaje.

La formación que lidera Pablo Iglesias no veía "razonable" que la monarquía española hiciera una visita oficial a un país en que las mujeres ni siquiera pueden conducir, se reprime a los defensores de los Derechos Humanos y se ejecuta a condenados.

Este martes, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, espera que el Gobierno dé "un ejemplo" de exigencia en la visita del Rey a Arabia Saudí y hable del incumplimiento de los derechos humanos en ese país, una posición que ve compatible con la diplomacia.

Rivera, en una rueda de prensa en el Congreso ha dicho ser consciente de que no le corresponde al monarca posicionarse en este tipo de cuestiones pero sí al Ejecutivo, y en este caso -ha señalado. Felipe VI que viajará el sábado a Arabia Saudí, lo hará acompañado de los ministros de Exteriores, Alfonso Dastis, y de Fomento, Íñigo de la Serna.

Sería a ellos a quienes les correspondería denunciar el incumplimiento de los derechos humanos en la monarquía árabe, recordando que cuando el presidente de EEUU, Barack Obama, visitó Cuba por primera vez criticó la existencia de presos políticos en las cárceles del régimen castrista.

Sin embargo, el portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Juan Carlos Girauta, sí cree que el jefe del Estado debe tener el "gesto" de defender los derechos humanos en la intervención pública que tenga en ese país y eso es algo compaginable con ser "respetuoso" con otra soberanía y con defender los intereses económicos de España.

"Aunque es un asunto que puede resultar incómodo, es lo bastante importante como para superar esas incomodidades", ha subrayado en declaraciones en la Cámara, insistiendo en que se producen violaciones de derechos, incluida la discriminación a las mujeres, que son "absolutamente contrarios" a los valores y principios europeos.

Para el portavoz adjunto de ERC, Gabriel Rufián, este viaje no supone "ninguna novedad", aunque sea "denunciable" y "tremendamente cuestionable a nivel democrático". "Desgraciadamente lo del viaje de un Rey del Estado español a un régimen tan absolutamente antidemocrático como el de Arabia Saudí no es nada nuevo", ha subrayado, tras apuntar que "todo el mundo conoce las relaciones del anterior monarca" español con ese régimen".

Por su parte, el portavoz del grupo popular en el Congreso, Rafael Hernando, ha destacado hoy que de forma "indubitable" Arabia Saudí sabe que tanto el Rey como el Gobierno son firmes defensores de los derechos humanos.

Hernando, en rueda de prensa en la Cámara Baja, ha afirmado que del país árabe están "pendientes intereses económicos enormemente relevantes" que afectan al empleo de "muchos españoles y muchas empresas". Por esta razón, ha subrayado que "el hecho de visitar un país u otro" no viene determinado por "comulgar" con la forma de gobierno que haya en ese tercer país.