El Tribunal que juzga a 65 usuarios de tarjetas opacas de Caja Madrid ha rechazado hoy que se celebre un careo entre el exsecretario de la entidad Enrique de la Torre y el ex director general Ildefonso Sánchez Barcoj, pero ha admitido que se incluyan dos cartas relativas a la emisión de números pin de las visas.

La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional rechazaba así la solicitud de la defensa de Barcoj para aclarar de quién recibió éste la visa, ya que asegura que fue el propio De la Torre el que se la entregó, en contra de lo declarado por éste.

De la Torre negó que fuera él el que daba a los consejeros instrucciones sobre las tarjetas opacas de la entidad, ya que todos ellos estaban de sobra cualificados para saber lo que era una tarjeta de representación.

El fiscal anticorrupción Alejandro Luzón ha tachado de innecesario el careo dada su "frecuente inutilidad", ya que no sólo hay contradicciones entre De la Torre y Sánchez Barcoj, sino también "entre otros acusados, en las declaraciones de un mismo acusado, de acusados y testigos y de los testigos entre sí".

Por lo que respecta a los documentos solicitados por la defensa de Recarte y Pedroche, se trata de dos cartas dirigidas a las exconsejeras Pilar Becerril Roca y Flora Quevedo Perdiguero, en las que de forma expresa se hace referencia al número clave secreto (PIN) "para poder utilizar la tarjeta en los cajeros".

Esto contradice lo declarado por Terceiro, que afirmó que "no se podía extraer metálico de los cajeros bajo ningún concepto" ya que "no sólo no se daba el número pin al usuario de la tarjeta, es que ni siquiera se emitía".

La primera de estas cartas, destinada a Becerril, data de diciembre de 1988, sólo mes y medio después del consejo de administración que aprobó el empleo de estas tarjetas "en concepto de compensación por el ejercicio de su función como consejera".

En la carta no se hace referencia a que se trate de gastos de representación, como sostuvo Terceiro durante su declaración, sino a una "compensación de hasta 90.000 pesetas (menos de 600 euros) mensuales" de los que podía disponer haciendo uso de su tarjeta pero también extrayendo dinero en metálico a través de los cajeros.

La segunda de las misivas a las que ha tenido acceso Efe, con fecha de octubre de 1992, la central de tarjetas comunica a Quevedo que ya dispone del PIN de la visa que "le fue entregada en mano".

En su comparecencia el pasado 24 de octubre, el expresidente de Caja Madrid defendió la limpieza de las tarjetas para los consejeros, al tiempo que aseguró que este sistema estaba destinado "exclusivamente" a cubrir gastos de representación.