La Audiencia Nacional ha absuelto de un delito de tenencia de armas de guerra a Santiago Sánchez Ramírez, el hombre que simuló atentar contra Juan Carlos I y Felipe VI apuntándolos con su fusil desde la ventana de un hotel para intentar probar fallos de seguridad.

La sección primera de la Sala de lo Penal, presidida por Fernando Grande Marlaska, ha decidido absolver a este hombre -la Fiscalía le pedía 9 años de cárcel- porque considera que las armas que aparecían en sus vídeos no eran de guerra y tenía licencia para adquirirlas, así como que en muchas ocasiones se trataba de armas inutilizadas o simuladas.

En esos vídeos, acudía actos oficiales para intentar probar lo fácil que habría sido asesinar al Rey y a otras personalidades, entre ellas el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la princesa Leonor y jugadores del Real Madrid, unas grabaciones que luego enviaba a distintas fuerzas de seguridad y partidos políticos alertando de la mala seguridad.

Así, tuvo en la mirilla al rey Juan Carlos I en dos desfiles del Día de la Hispanidad de 2012 y 2013 y a Felipe VI en el día de su proclamación en 2014, a quienes apuntó desde habitaciones de los hoteles Palace y Villa Real con rifles reales y simulados.

Luego, editaba los vídeos de una manera profesional, superponiendo una mirilla sobre sus cabezas, y les ponía nombres como "El día que pude asesinar al Rey" o "El asesinato de Felipe VI el día de la coronación".

En la sentencia se explica que en uno de los desfiles del 12 de octubre acudió al hotel con siete armas, cuatro rifles -uno de ellos un Cetme-, dos pistolas y un revolver, pero que muchas de las armas estaban inutilizadas o eran réplicas.

En el juicio, el acusado, de profesión vigilante de seguridad, afirmó que todas las armas que utilizó son "totalmente legales" y que su intención era "demostrar que una persona era capaz de introducir 30, 40 o 50 armas en un hotel la mañana del desfile".

"Mi idea era acreditar que esas armas que tenían cierta peligrosidad estaban a disposición de cualquier ciudadano, de cualquier terrorista", dijo este vecino de Torrejón de Velasco (Madrid).

Sánchez Ramírez fue investigado en un principio por delitos de provocación al homicidio del Rey y enaltecimiento, pero esa causa se archivó al considerarse que no pretendía matar a nadie ni ensalzar el terrorismo, y finalmente solo se le acusó por tenencia y depósito de armas de guerra.

De hecho, según la sentencia, el hombre no tenía intención con sus vídeos de cometer un atentado e "incluso había producido un muñeco con su figura denominado Santiman".

Prueba de ello, dice el tribunal, es que luego los enviaba, siempre de forma privada, al CNI, a la casa real, al Ministerio del Interior y a partidos políticos, avisando de la mala seguridad.

Una de las instituciones a las que alertó de esos fallos fue el Real Madrid -hizo un vídeo sacándose una foto de tipo selfi con Cristiano Ronaldo e Iker Casillas.

La investigación a Sánchez se inició a raíz de una denuncia del Real Madrid, después de que este club de fútbol recibiera un vídeo que grabó junto a los jugadores en la ciudad deportiva de Valdebebas (Madrid).