La Guardia Civil ha encontrado en un agujero en un parque del barrio madrileño de Valdebernardo piezas de un fusil kalashnikov AK-47 simulado que, según los investigadores, sería el utilizado en sus vídeos por los yihadistas detenidos a finales del año pasado en esa zona.

Según han indicado a Efe diversas fuentes de la investigación, las piezas encontradas (una carcasa, un muelle recuperador, entre otras) son de una réplica, de forma que el arma nunca pudo ser utilizada para disparar.

Pero los investigadores no descartan que, igual que ha aparecido ese fusil AK-47 simulado en un zulo del parque de Valdebernardo, haya otros agujeros en los que los detenidos pudieran esconder más material, incluidas armas.

De momento, las piezas encontradas y el pertinente informe han sido puestas a disposición del juez Santiago Pedraz, instructor de la causa contra Edrissa Ceesay Sanuwo y Samir Sennouni Mouh, de 18 y 25 años, de nacionalidad española pero de origen marroquí y gambiano.

Pedraz les envió a prisión provisional por delitos de enaltecimiento del terrorismo y depósito de municiones y armas de guerra en un auto en el que explicó que tenían un fusil y que habían mantenido reuniones para conseguir más.

Los apresados tenían munición real

A los detenidos se les incautaron cinco cargadores vacíos, 37 cartuchos del calibre 7,62 milímetros (para kalashnikov AK-47) y "una funda de arma larga", así como vídeos de contenido amenazante en los que aparecían con ese fusil, que ahora se ha comprobado que es simulado.

En el marco de la misma investigación, Pedraz tomará declaración el próximo 18 de enero a tres personas investigadas (imputadas) por su relación con los presuntos yihadistas, pero que se encuentran en libertad.

Los detenidos, según el auto que dictó el juez, se reunían con otras personas en una cabaña de Valdebernardo para radicalizarse e hicieron varios vídeos con el AK-47 que luego publicaron en Instagram, en un primer momento con difusión pública y luego "entre amigos". Más adelante, los colgaron en Facebook y Youtube.

En esa cabaña se reunieron con una persona a la que llegaron ofrecer hasta 6.000 euros por armas.

Para el juez, los indicios de que cometieran los delitos de enaltecimiento y depósito de armas de guerra quedan acreditados por "las observaciones telefónicas, vigilancias y seguimientos, declaraciones de testigos y material ocupado, incluidos los vídeos en los que aparecen" ellos.