Luis Bárcenas ha afirmado hoy en el juicio de Gürtel que sus ingresos "no tienen ninguna relación con el Partido Popular" y que él como gerente de la formación no podía manejar las cuentas, una función que ha atribuido en todo momento al extesorero Álvaro Lapuerta.

En su tercero y último día de declaración, Bárcenas, que no fue tesorero del partido hasta 2008, ha reiterado hoy que no manejaba ni la contabilidad oficial ni la "extraoficial" del PP y que era su superior Lapuerta, a quien no se puede juzgar por demencia sobrevenida, el que se encargaba de ello.

"Si no podía manejar los (fondos) oficiales, mucho menos los extraoficiales que requieren una prudencia y un control exhaustivo", ha dicho a preguntas de los abogados de la defensa tras negarse a contestar a las acusaciones escudándose en el "intenso" interrogatorio al que le ha sometido ya la fiscal durante dos días.

Según su versión, Lapuerta, a quien ha calificado como una persona "honorable" y puntillosa, quería cerciorarse de que todo se hacía bien en la caja B del partido y por ello le pedía que visase las entradas de donativos de empresarios que se metían luego en una caja fuerte, de modo que hubiera un doble control.

"No es connivencia, es control y celo excesivo, el tener la certeza de que la aplicación de esos fondos es correctísima, precisamente por lo delicado que es manejar dinero en efectivo y que puede ser susceptible de que alguien pueda hacer razonamientos que no se corresponden con la realidad", ha argumentado.

Ha dicho que su fortuna son fondos procedentes de su actividad y que y "no tienen ninguna relación con el Partido Popular" y ha intentado explicar de dónde salieron los 48,2 millones que llegó a acumular en Suiza.

Partieron, ha indicado, de un saldo de 8,4 millones y entre 2000 y 2007 tuvo ingresos por valor de 10 millones más por sus negocios. Ha añadido que esos 18 millones dieron un rendimiento en su cartera de 30 millones más gracias a su capacidad de gestión, sobre la que ha tenido que escuchar "múltiples bromas", se ha quejado.

En todo caso, ha destacado que la cantidad de 48,2 millones se registró en sus cuentas suizas en un momento puntual, el 31 de diciembre de 2007, por lo que ha opinado: "2007 me ha estigmatizado como el hombre de los 48 millones".

"Mis fondos en Suiza eran perfectamente transparentes y legales. Transparentes, más que legales", ha dicho luego.

Bárcenas ha vuelto hoy a insistir en que nunca recibió comisiones de empresarios de manos del cabecilla de Gürtel, Francisco Correa, ni intercedió ante ministros para adjudicar obras públicas.

Ha bajado hoy al detalle de estas acusaciones y ha dicho que no es cierto que le entregara comisiones de OHL y ACS para que usara sus contactos en ministerios.

En defensa de las constructoras, ha explicado que sus presidentes Florentino Pérez y Juan Miguel Villar Mir no tenían necesidad de acudir al líder de la Gürtel porque "eran dos empresarios con una relación muy directa en el partido a los máximos niveles" y podrían haber ido a hablar directamente con ministros y presidentes del partido.

Ha dejado caer que las adjudicaciones que denunció Correa en el juicio se pudieron producir más allá del año 2004 y ya con un gobierno del PSOE y, en todo caso, ha asegurado que sus fondos no variaron en el periodo 2000-2003, con el PP, respecto al 2004-2007, con los socialistas en el poder.Casi no conocía a 'El Bigotes'

El extesorero del PP Luis Bárcenas ha negado este miércoles haber recibido entregas de dinero en sobres de la mano de Álvaro Pérez 'El Bigotes'. Ha precisado que sólo coincidió con Pérez en cinco o seis ocasiones en la sede del partido en la calle Génova de Madrid. También en la celebración del Congreso del PP de 2008 en Valencia, para el que la empresa de el 'Bigotes', Orange Market, realizó algún trabajo.

No tenía con él "ningún grado de confianza" y estos encuentros no eran personales ya que como entonces gerente no tenía relación con las personas que se ocupaban de los aspectos técnicos.

Según ha explicado a preguntas del abogado de 'El Bigotes', Pérez estaba considerado en la formación como "una persona muy creativa" en su terreno, dedicado a la escenografía y la organización de actos electorales.

Él no es 'Luis el cabrón'

Hoy también se ha referido al famoso apunte de la contabilidad de Gürtel con un pago de 72.000 euros a "Luis el cabrón" y ha dicho que ese mote no se refiere a él porque nunca nadie le llamó así.

En su opinión, los informes indican "clarísimamente" que el apunte sobre 'Luis el cabrón'responde a una deuda de Pérez cubierta por Correa y él va sufragando. "El propio apunte contable ya deja la operación totalmente clara", ha defendido.

Por este tema no le preguntó la fiscal -hoy Bárcenas ha recalcado que seguramente porque "está convencida" de que el apunte no tiene "nada que ver" con él-, pero sí sobre el papel de su mujer, Rosalía Iglesias, a quien hoy ha vuelto a intentar dejar totalmente al margen de sus negocios.

"A mi mujer no le interesan estos temas: no le interesan, no le han interesado nunca y siguen sin interesarle", ha indicado después de afirmar que con ella no hablaba de trabajo porque su función se limitaba a "llevar la casa".

"Nunca hablaba de trabajo" con su mujer

El extesorero del PP Luis Bárcenas ha dejado claro que nunca hablaba de trabajo con su mujer, Rosalía Iglesias, que se dedicaba a llevar la casa y jamás intervenía en los asuntos de negocios y empresariales de su marido.

Bárcenas lo ha declarado así en el tercer día de su comparecencia en el juicio del caso Gürtel y a preguntas de la abogada defensora de su mujer, también acusada en esta vista oral, después de haberse negado a responder a las diferentes acusaciones.

Más de 30 años hace que se conocen Bárcenas y su esposa, que desde el primer momento decidieron a propuesta del extesorero tener separación de bienes. Rosalía, ha dicho su marido, no planteó ningún problema a esa proposición, ni tampoco en que su esposo gestionara su patrimonio.

La casa la llevaba Rosalía, con la que no hablaba de trabajo, pero los gastos de la vivienda estaban domiciliados en la cuenta de Bárcenas.

Salvo en casos excepcionales, como alguna jornada electoral, Rosalía no iba a la sede del PP y "jamás" entró en el despacho del extesorero, a quien no acompañaba tampoco a reuniones de trabajo de negocios ni en España ni en el extranjero, ha continuado Bárcenas.

Como ya ha declarado a preguntas de la fiscal, Bárcenas hacía un garabato o "echaba un churro" como firma de su mujer en las declaraciones de la renta, por ejemplo. Tanto si salían a devolver como a pagar, el dinero se ingresaba o se abonaba, según el caso, en la cuenta de Bárcenas del Banco Popular.

Luis Bárcenas ha intentado, como ha hecho a lo largo de su declaración que comenzó el lunes, apartar a su mujer de cualquier operación bancaria o negocio.

Y cuando la abogada de Rosalía le ha mostrado un documento con la firma de ésta en la que ordena traspasar todos los fondos de una cuenta suiza, Bárcenas ha dicho que no le explicó el contenido del documento porque "a mi mujer no le interesan estos temas, no le han interesado nunca y siguen sin interesarle".

"Mi mujer se dedicaba a otra cosa. No sabe lo que es un coeficiente de abatimiento", ha zanjado.

"Acebes autorizó usar la caja B"

Bárcenas ha declarado que fue el secretario general del PP en octubre de 2004, Ángel Acebes, quien autorizó a usar "fondos de la contabilidad extraoficial" para comprar acciones de Libertad Digital.

A preguntas de su abogado, Bárcenas ha explicado que en un momento dado el PP decidió apoyar la ampliación de capital de este medio de comunicación y el entonces tesorero, Álvaro Lapuerta, se movió para animar a miembros de partido a que las adquirieran.

Como no se consiguió cubrir toda la ampliación de capital, Lapuerta habló con Acebes y éste le autorizó a que utilizara los fondos de la caja B para ese propósito.

En ese momento, según la Fiscalía, y aprovechando la compra de esas acciones con fondos opacos, Bárcenas con la connivencia de Lapuerta dispuso de 149.600 euros con los que adquirió 1.360 acciones a nombre de su esposa, Rosalía Iglesias, que luego vendió al fallecido Francisco Yáñez por el mismo importe.

De esta manera, siempre según la Fiscalía, el acusado no devolvió el dinero al PP, sino que se lo quedó y usó para comprar inmuebles en la estación de esquí de Baqueira Beret.

Bárcenas recibió "patadas" de Aguirre y González por la guerra del espionaje

El extesorero del PP Luis Bárcenas ha asegurado que recibió las "patadas" que en la guerra interna por el espionaje político en el partido en Madrid no pudieron dar los dirigentes Esperanza Aguirre e Ignacio González a Álvaro Lapuerta, entonces tesorero de la formación.

Durante su declaración en el juicio del caso Gürtel y a preguntas de su abogado defensor, Bárcenas, en ese momento gerente del PP a nivel nacional, ha negado tener capacidad alguna de influir para que alguien resultara adjudicatario de una obra pública.

Y en concreto, en un caso que fue publicado en enero de 2009 y que acusaba a Bárcenas de presionar al entonces consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid, Alfredo Prada, para que se adjudicara la seguridad de la Ciudad de la Justicia a una empresa que gestionaba, entre otros, el exdirector de Innovación Tecnológica del PP Álvaro de la Cruz.

El propio Prada, ha subrayado Bárcenas, ya lo desmintió, porque el extesorero se limitó a llamarle para que se pusiera en contacto con De la Cruz porque éste no le localizaba.

Así las cosas, Bárcenas ha enmarcado las acusaciones contra él por este asunto en las "peleas internas que había en ese momento" en el PP de Madrid por la "batalla soterrada" entre Aguirre y González -presidenta y vicepresidente de la Comunidad de Madrid en esas fechas- con el tesorero del partido, Álvaro Lapuerta, "por el espionaje político".

"Como consecuencia de esa guerra, las patadas que no le dan a Lapuerta las recibo yo", ha zanjado.

Ha querido ser tajante al aseverar que "ni como senador ni como nada" tenía capacidad de contratación pública ni influencia sobre nada".

"Si un senador pinta poco a esos efectos, un gerente no pinta nada", ha subrayado.