Entramos en una ITV y realizamos la prueba de gases a un coche de 17 años. Los datos los comparamos con las emisiones que emite otro vehículo de sólo 2 años. Un estudio traslada esta contaminante desproporción a la carretera y asegura que un vehículo con dos décadas tiene el mismo impacto ambiental que 36 coches recién salidos de fábrica.

O que una moto antigua daña el aire que respiramos tanto como 16 nuevas. Índices mucho más altos, pero dentro de la legalidad. Además un buen mantenimiento asegura un coche más respetuoso. Una polémica que no va a poder evitar los malos humos.