El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha anunciado hoy que piensa convocar para el próximo 1 de octubre, sin el aval del Gobierno del Estado, un referéndum sobre la independencia de Cataluña, con la pregunta: "¿Quiere que Cataluña sea un Estado independiente en forma de república?". Por su parte, el Gobierno ha ratificado que hará cumplir la ley y que esa consulta no se va a celebrar.

El Gobierno, a través de su portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, ha asegurado que recurrirá cualquier actuación de la Generalitat que "pase del anuncio a los hechos" y ha subrayado que los dirigentes del Ejecutivo catalán conocen "con toda claridad y nitidez", por las sentencias del Tribunal Constitucional, las consecuencias de celebrar un referéndum ilegal.

Respecto a la dificultad para poder recurrir judicialmente el anuncio de Puigdemont debido a que no hay un texto rubricado por los responsables de la Generalitat, fuentes del Gobierno han instado a ir "paso a paso" y esperar la evolución de los acontecimientos.

En su declaración, Puigdemont, arropado por el resto de miembros del ejecutivo catalán y los diputados de Junts pel Sí y la CUP, ha destacado que, "en ejercicio del legítimo derecho a la autodeterminación que tiene una nación milenaria" como Cataluña, tiene intención de convocar el referéndum para el 1 de octubre, con papeletas en catalán, castellano y aranés, y ha asegurado que el Govern "se compromete a aplicar" el resultado que arrojen las urnas.

"Toca a los catalanes decidir su futuro"

Toca a los catalanes decidir su futuro"Puigdemont ha destacado que "toca a los catalanes decidir su futuro" y "demostrar que la democracia nos une por encima de las legítimas y saludables discrepancias que caracterizan toda sociedad madura y convivencial, que sabe tomar las decisiones por ella misma y respetar todas las opciones de respuesta a la pregunta formulada".

Ha remarcado que el ejecutivo catalán "se conjura para ofrecer todas les garantías y velar por la rectitud del proceso de convocatoria, organización y celebración del referéndum", y ha llamado a los catalanes "a asumir colectivamente, con la máxima dignidad y exigencia, el ejercicio de un derecho inalienable: el derecho de las personas a decidir libremente el futuro de su país".

El presidente catalán ha argumentado que el Govern ha perseguido el acuerdo con el Estado "de forma reiterada" y ha explicado al "mundo entero" la situación, pero Cataluña está llegando "al final de la legislatura sin ninguna respuesta positiva", ha añadido.

"Referéndum o referéndum"

En este contexto, ha recordado que su compromiso de "referéndum o referéndum", acordado o no, que avaló el Parlament de forma mayoritaria. El presidente catalán ha considerado que el marco legal "no impedía" un referéndum acordado y ha subrayado que el problema es el "no quiero" del jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, y "con un no quiero no se puede ir al altar", ha añadido.

En este sentido, ha criticado que "todo un sistema político, social, económico y mediático -el del Estado- no tenga ninguna voluntad de participar en la solución de un problema real y profundo".

Puigdemont ha recordado que se cumplen siete años de la sentencia del Tribunal Constitucional al Estatut, por lo que "venimos de una larga y decepcionante colección de noes por parte del Gobierno y de las Cortes a todas las propuestas para resolver de forma acordada y dialogada el conflicto entre Cataluña y el Estado".

En esta misma línea, Junqueras, por su parte, ha subrayado que el Estado "ha negado la posibilidad a los ciudadanos de Cataluña de decidir su futuro a través de su voto y lo ha hecho en al menos 18 ocasiones".

Reacciones

El presidente del PPC, Xavier García Albiol, ha tachado a Puigdemont de "farsante" y "profesional de la comedia" por un anuncio de referéndum que es solo un "numerito con mucha pompa" y lo ha retado a "poner las urnas" para unas elecciones autonómicas.

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha instado a Puigdemont a "poner fin a la pesadilla" del "agotado y agotador" proceso independentista, mientras que la líder del partido en Cataluña, Inés Arrimadas, ha señalado que la "única buena noticia" es que ahora "están más cerca" unas elecciones autonómicas.

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ha reprochado a Puigdemont su anuncio "más pomposo que solemne" de un referéndum que "no se celebrará" y que "no conduce a nada" y ha hecho un llamamiento al diálogo entre Gobierno y Generalitat.

Por su parte, el portavoz del PSOE en el Congreso, José Luis Ábalos, ha abogado por una reforma constitucional que "permita el encaje de la realidad de Cataluña como nación cultural" y cree que "hay tiempo hasta octubre para buscar espacios de encuentro".

Los recelos del espacio de los comunes hacia la vía unilateral han llevado al portavoz de Catalunya Sí Que Es Pot en el Parlament, Joan Coscubiela, a tachar el anuncio de hoy de "acto publicitario" del Govern, al que ha instado a presentar ya la ley que dé cobertura al referéndum y prevea las condiciones y garantías.

En cambio, el secretario general de Podem, Albano Dante Fachin, ha afirmado que su partido aún debe decidir su postura sobre el referéndum unilateral, pero ha avanzado que "no dará la espalda a la voluntad mayoritaria de votar" de los catalanes.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha recordado que "siempre" ha defendido un referéndum "con garantías" como solución "real y democrática" a la situación política de Cataluña y que seguirá "trabajando para hacerlo posible".

Por su parte, el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, ha asegurado que la Fiscalía actuará con "toda energía" en el referéndum anunciado por Puigdemont si llega el momento y los acontecimientos "lo aconsejan".

Las principales entidades soberanistas -la ANC, Òmnium Cultural y la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI)- han celebrado el anuncio de fecha y pregunta y se han comprometido a "defender" el referéndum.

En cambio, Societat Civil Catalana ha exigido a Puigdemont que dimita y deje de seguir trabajando "al margen de la ley" para "materializar su golpe de Estado".