Hace hoy 20 años arrancaban 48 horas que conmoverían y unirían a España en su lucha contra el terror y la barbarie de la banda terrorista ETA. El 10 de julio de 1997 la banda terrorista secuestraba a un joven concejal de la localidad vizcaína de Ermua que llevaba tan solo dos años metido en política, concretamente afiliado al Partido Popular.

Miguel Ángel Blanco tenía solo 29 años cuando los terroristas Irantzu Gallastegi, Amaya, José Luís Geresta Mujika y Javier García Gaztelo, alias Txapote lo abordaron en una calle de su localidad natal tras abandonar la estación de tren y lo introdujeron en el maletero de un vehículo. Sus planes eran haberlo secuestrado el día anterior, pero en aquella ocasión Miguel Ángel utilizó el coche de su padre para ir a trabajar. Una casualidad que solo le valió para esquivar la fatalidad durante 24 horas más.

Todavía estremecen las imágenes de su progenitor, Miguel Blanco, enterándose de la fatal noticia ante las cámaras de los medios apostados a las puertas de su domicilio. La viva expresión del miedo más profundo.

Con el secuestro de Miguel Ángel Blanco, la banda terrorista buscaba chantajear al Gobierno español para conseguir así el acercamiento de más de 400 presos etarras a cárceles del País Vasco. Si en 48 horas no se había producido, ejecutarían al joven concejal popular.

Ya esa misma tarde se convocó en Ermua una manifestación en favor de la liberación de Miguel Ángel y de condena a la banda terrorista. Era el primer grito contra el sinsentido terrorista que acabaría convirtiéndose en un unánime alarido contra ETA que recorrió España de norte a sur: «Basta Ya». Pese a los dos días de movilizaciones y condenas, el desenlace es de sobra conocido. Dos días después, el 12 de julio, la banda cumplía con su amenaza y asesinaba a Blanco con dos tiros mortales. España se rompía de dolor pero también se llenaba de rabia y valentía, dando paso a un momento que muchos consideran como el inicio del fin de la organización criminal.

Toque de atención

Por su parte, el secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación del Gobierno Vasco, Jonan Fernández, fue cuestionado ayer por el 20 aniversario del asesinato del concejal de Ermua Miguel Ángel Blanco y el hecho de que haya habido ayuntamientos vascos en los que no se han alcanzado acuerdos para firmar declaraciones institucionales. »Lamentablemente, no todas las fuerzas políticas coinciden en que un hecho como éste debe ser denunciado y rechazado con absoluta claridad y de forma compartida y unida. Hay que mirarlo con perspectiva y creo que lo que no se ha conseguido se conseguirá pronto», valoró.

También remarcó que el Gobierno Vasco participa todos los años en el acto organizado por el Consistorio de Ermua en recuerdo a Blanco, así como en aquellos foros donde se le invita. Asimismo, Fernández se refirió al informe del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo que refleja que el 44% de los ciudadanos encuestados apuesta por pasar página sobre lo ocurrido, mientras que el 43% defiende la necesidad de recordar el sufrimiento de las víctimas. A juicio de Fernández, «hay que buscar una síntesis de las dos». «Es lógico que todas las sociedades quieran mirar hacia delante y busquen el futuro, pero el Gobierno vasco defiende que no podemos avanzar sin hacer una mirada crítica hacia el pasado y memoria crítica de lo que supuso el terrorismo y la violencia», finalizó.

Cuestionado por un posible acercamiento de los presos de ETA a Euskadi, Fernández reconoció que aun «no se ha movido nada», pero que estamos ante «un escenario completamente diferente al de hace unos años».

Homenaje en Génova

Por su parte, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, presidirá hoy el homenaje que organiza el PP a Miguel Ángel Blanco.

El acto está programado para las 12.30 horas en la sede del partido en la calle Génova y en el mismo estarán presentes miembros de la dirección nacional, según informó la propia formación popular. Está previsto que se despliegue una lona en la fachada con la imagen de Miguel Ángel y que se guarde un minuto de silencio en su memoria y honor.