Han pasado 20 años desde la muerte de su hermano pero Mari Mar Blanco, hermana de Miguel Ángel Blanco, asegura que todavía recuerda aquella «marea humana» que invadió las calles del País Vasco y de España al grito de «libertad».

Se encontraba en el extranjero, en Londres, cuando se enteró de la noticia y rememora que no se lo podía creer y que, pese a que «mantuvo la esperanza», no tardó en entender que aquel secuestro de la banda terrorista «no era un chantaje como tal, sino una pena de muerte anunciada».

Mari Mar, que entonces tenía apenas 22 años, reflexiona también durante la entrevista que aquellos momentos tan duros finalmente surtieron un efecto y transformaron el país: «Con la muerte de mi hermano la sociedad vasca dejó de justificar el asesinato de seres humanos», afirma.