Los testigos que han presenciado el atropello masivo de Barcelona han descrito con viveza los acontecimientos que han tenido lugar en el centro de la capital catalana.

Algunos de ellos indican que el conductor del vehículo habría conducido la furgoneta "haciendo eses para causar más daño".

"Esto es lo más fuerte a lo que me he enfrentado en mi vida, es horrible, la situación es dantesca", relata un agente valenciano que se encontraba en la zona. "Los comercios están cerrando sus puertas, la gente se está refugiando dentro, los comerciantes bajando las persianas, gente corriendo para todos los lados", afirma este testigo de lo ocurrido.

Erminia Mata, que ha optado por esconderse en un comercio, ha asegurado ver a personas tendidas en el suelo y ensangrentadas, al igual que un ciudadano de origen marroquí que había salido a comprar a una tienda cuando ha tenido lugar el atropello.

La furgoneta ha invadido el carril peatonal a gran velocidad y ha bajado esta turística avenida haciendo "eses", según ha explicado hoy el taxista Óscar Cano, testigo de los hechos.

"Nos han dicho que había un atentado y hemos cerrado las persianas"

"Nos han dicho que había un atentado y hemos cerrado las persianas"

Cano había dejado a unos clientes en la Plaça de Catalunya cuando vio que una furgoneta blanca subía el bordillo y bajaba Las Ramblas por la zona central a gran velocidad. "He visto salir volando a varias personas", ha afirmado el taxista en declaraciones a la cadena TV3."Era de esperar"

Claudia, una trabajadora de una tienda de ropa situada en la calle Pelayo, a escasos metros del lugar del atropello, criticaba que el personal de seguridad les hicieron cerrar puertas y persianas con los clientes dentro sin ni siquiera decirles que estaba ocurriendo fuera. "Nos hemos enterado cuando un cliente ha entrado diciendo que una furgoneta había arrollado a varias personas". "Esto era de esperar" era la frase más repetida por los viandantes y turistas refugiados en los comercios, según señalan los testigos, quienes enseguida tuvieron claro que se trataba de un atentado terrorista al ver correr a policías con las armas desenfundadas.

"Ha sido una experiencia terrorífica, hemos pasado cinco minutos que no se los deseo a nadie", confesaba Natalia, dependienta de una perfumería donde se escondieron decenas de personas, muchos de ellos turistas extranjeros que estaban visitando la ciudad condal, ante el temor de que hubiera personas armadas en el exterior. "Estábamos escondidas unas treinta personas en un cuartito de seguridad de unos veinte metros cuadrados, tirados en el suelo", recordaba los instantes de pánico vividos hasta que se han dado cuenta que no había terroristas en el interior del centro comercial.

Dos horas y media después tanto trabajadores como clientes han podido ir saliendo del centro tras ser cacheados previamente por los miembros de seguridad. "Nos revisaban por si teníamos algún explosivo", apuntaba Natalia. Daniel vio pasar la furgoneta del terrorista: "Le vi el brazo, pero pasó tan rápido y haciendo eses que no pude verle bien la cara".

"A nosotros no nos ha pillado de milagro, el cansancio nos ha salvado al volvernos antes al hotel", reconocía Isabel, que a la una del mediodía se encontraba en la Plaza Catalunya junto a su marido, pero que a última hora optaron por regresar y dejar para mañana su paseo por las Ramblas. "Estábamos cansados de andar después de ir a la Sagrada Familia y nos hemos vuelto. Podía ser yo la que estuviera ahí tirada", admitía.

Esta valenciana, que estaba pasando tres días en Barcelona antes de volar a Noruega, critica la falta de medidas de seguridad. "Cuando hemos pasado por ahí había miles y miles de personas y los coches pasaban como si nada po dentro del barrio gótico. Cualquiera podría entrar y liarla como ha pasado", lamentaba Isabel.