El ministro español de Exteriores y Cooperación, Alfonso Dastis, admitió hoy que teme que se repita en los comicios de Cataluña del próximo 21 de diciembre la injerencia a través de internet procedente de territorio ruso, detectada en procesos electorales en otros países.

"Es pronto para eso pero a mí no me extrañaría", indicó Dastis en una rueda de prensa durante un Consejo de ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE), preguntado por si se espera un incremento mayor de la actividad de desinformación proveniente de Rusia de cara a las elecciones catalanas.

En el caso de las desinformaciones en internet relacionadas con Cataluña, el jefe de la diplomacia española afirmó que "no nos consta formalmente que el Gobierno ruso esté detrás de esto, pero sabemos que este tráfico viene de redes que tienen su punto de propagación en Rusia"

Dastis indicó que aproximadamente un 50 % de la desinformación detectada sobre Cataluña procedía de Rusia y un 30 % de Venezuela. "Son multiplicaciones de informaciones falsas que contribuyen a aumentar la desinformación y la manipulación", dijo, y agregó que pretenden debilitar los esfuerzos en favor de una unión entre países "basada en valores". Dastis afirmó que España "pone todos sus medios para defenderse de esto".

Por otra parte, Dastis se pronunció sobre el hecho de que Oriol Soler, ideólogo que formó parte del núcleo duro para la organización del referéndum independentista ilegal del 1-O, desligara su reunión en Londres con el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, de la situación en Cataluña.

Dastis confirma la participación de Oriol Soler en la "manipulación" independentista

Dastis confirma la participación de Oriol Soler en la "manipulación" independentista

Dastis confirma la participación de Oriol Soler en la "manipulación" independentista. Vídeo: AGENCIA ATLAS Foto: EFE

"Yo no estaba presente en esa reunión, pero lo que parece claro y él no lo niega, es que se ha entrevistado con Assange durante tres o cuatro horas", comentó. "Ya me dirá si no es un parecer que no repugna a la razón" el que hayan abordado ese tema, dijo Dastis, teniendo en cuenta la postura de ambos ante la crisis catalana.Cospedal dice que las acciones buscan "desestabilizar"

La ministra española de Defensa, María Dolores de Cospedal, apuntó hoy a acciones de desinformación a través de internet procedentes de territorio ruso, pero también venezolano, enfocadas en la crisis catalana, cuyo objetivo es "desestabilizar".

"Sí que vienen de territorio ruso y algunas otras también, por cierto, repicadas de territorio venezolano. Eso es lo que sabemos a día de hoy", indicó De Cospedal a la prensa en Bruselas. De Cospedal señaló que "lo que hoy sabemos en España es que muchas de las actuaciones venían de territorio ruso".

"Uno no puede determinar en este momento, se está en fase de análisis y de prospectiva, cuáles son las entidades, porque no se puede decir con total certeza que sea el Gobierno ruso", precisó la ministra española, quien sí dejó claro que esas informaciones proceden del territorio de Rusia y, en ocasiones, "repicadas" desde Venezuela.Informe del Real Instituto Elcano

Un análisis del Real Instituto Elcano sobre "la guerra de la información de Rusia en Cataluña" considera que "la exitosa combinación de varios instrumentos de la guerra de la información" en este caso "ha hecho necesario el apoyo del Gobierno del régimen autocrático", así como de las agencias de inteligencia, "que definen las principales debilidades y problemas internos de un país", y de ciberinteligencia.

El documento, firmado por la investigadora principal del Instituto Mira Milosevich-Juaristi, señala que lo que distingue a Rusia de otros 'ciberactores' y divulgadores de mentiras es que la guerra de la información es una estrategia militar definida en la última Doctrina Militar de la Federación de Rusia, oficial desde 2014.

El estudio define la actividad rusa como "combinación" ("kombinaciya"), un tipo de operación que integra diversos instrumentos: "ciberguerra, ciberinteligencia, desinformación, propaganda y colaboración con actores hostiles a los valores de la democracia liberal".

Mientras en los conflictos de Siria y Ucrania la acción rusa ha consistido en combinar fuerza militar con guerra de información, explica, en los países occidentales "donde su objetivo es ganar influencia y no territorios", el foco está puesto en la guerra de la información.

Aunque los responsables rusos, incluido el presidente Vladimir Putin, han apoyado públicamente la integridad territorial de España, esta experta ve plenamente vigente lo que dijo el diplomático estadounidense George Kennan durante la Guerra Fría: que no hay que confundir las "relaciones exteriores" rusas --que se enmarcan en las instituciones de la comunidad internacional-- con su "política exterior", que pretende devolver a Rusia su estatus de "gran potencia" disputando zonas de influencia a Estados Unidos.

En el caso de Cataluña, detalla que, además de difundir mensajes verdaderos y falsos en las redes sociales, la actividad rusa ha incluido ofrecer un "punto de vista alternativo" en las televisiones estatales rusas, y también los medios estatales que publican en inglés y español --RT y Sputnik--.

Entre sus contenidos más significativos, el estudio menciona el uso de la fuerza por parte del Estado como "violencia deliberada" y "práctica franquista", o el decir que la UE reconocería la independencia catalana "después del proceso de adhesión", o bien que la UE ordenó a España una acción represiva para evitar otro Brexit. Comparar el referéndum catalán con el de Crimea o decir que Cataluña está "al borde de una guerra civil" como Donbas en Ucrania --donde Rusia apoya a los separatistas-- han sido otros mensajes comunes.

Todo ello, explica, con el fin de desacreditar la democracia española y el orden liberal occidental, fomentar la división entre españoles, desacreditar las instituciones europeas, crear confusión y distraer la atención de los ciudadanos rusos de sus problemas internos.

El análisis añade que el Gobierno español debería investigar esta injerencia rusa --el Ejecutivo lo está haciendo en el seno de la UE-- y recuerda cómo Alemania, durante la campaña de las elecciones legislativas, tomó una serie de precauciones para impedir la interferencia rusa.

Con todo, avisa de que "es imposible que Occidente responda con total éxito" a los instrumentos empleados por Moscú porque, aunque "las agencias de inteligencia pueden hacer cosas inteligentes", los gobiernos occidentales no pueden restringir el flujo de información ni el uso de Internet "como lo hacen los Gobiernos en los países totalitarios y autoritarios".

"Los occidentales no comprenden el pleno significado del concepto ruso de guerra de la información como un arma más y, sobre todo, se resisten aceptar que Rusia ya no es el 'socio estratégico', ni siquiera un adversario con quien se puede discrepar y llegar a acuerdos, sino un enemigo, en el sentido de que desea nuestra sumisión o destrucción", alega Milosevic-Juaristi.