La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha recibido este miércoles en el Ayuntamiento a las mujeres de los líderes independentistas presos, y ha pedido unidad y firmeza para pedir su liberación y su traslado a cárceles catalanas hasta que ésta no se produzca: "Es una cuestión que va de Derechos Humanos".

En un acto con entidades y los grupos municipales Demòcrata, ERC y la CUP, Colau ha destacado que los asistentes defienden posicionamientos distintos y discrepan en muchos ámbitos, pero que se trata de una cuestión de Derechos Humanos, y ha pedido generar amplios espacios con este punto en común y "una unidad de país en defensa de los derechos y las libertades".

La alcaldesa se ha reunido con la mujer de Oriol Junqueras, Neus Bramona --que no ha asistido al acto posterior abierto a medios--; de Jordi Cuixart, Txell Bonet; de Jordi Sànchez, Susanna Barrera, y de Joaquim Forn, Laura Masvidal, quien ha lamentado la ausencia del PSC, "con una tradición de lucha por la democracia indiscutible, y que toma partido para destruir lo que tanto ha costado construir entre todos".

Han asistido el director general de Instituciones Penitenciarias de la Generalitat, Armand Calderó; los líderes de UGT de Catalunya, Camil Ros, y de CC.OO. de Catalunya, Javier Pacheco; Agustí Alcoberro (ANC) y Marcel Mauri (Òmnium); el adjunto a la Sindicatura de Greuges de Catalunya Jaume Saura, y representantes de Jueces para la Democracia, de la comisión de Justicia Penal Internacional del Colegio de la Abogacía de Barcelona (Icab) y de la Taula del Tercer Sector, mientras que Arcadi Oliveras (Justícia i Pau) tenía previsto acudir pero no ha podido por una caída.

Colau ha pedido a todos los ciudadanos españoles defender los derechos y libertades y ha sostenido que pedir el acercamiento de los presos es una cuestión de mínimos: "Cuando se vulneran derechos fundamentales de un colectivo, nos debe interpelar a todos" al margen de las ideas políticas, y una cosa es discrepar y otra es normalizar situaciones desproporcionadas, según ella.

Considera que, al margen de las ideas políticas, es imposible estar de acuerdo con una prisión provisional que, en sus palabras, cruelmente y por cierta venganza castiga a las familias también a desplazarse, por lo que ha abogado por articular un frente amplio que confía en poder agrandar con más entidades y partidos: "Con esta voluntad, el Ayuntamiento da este paso pero no se quedará aquí e irá siguiendo otros hasta que se produzca esta libertad".

Valtonyc y ARCO

La mujer de Forn, quien fue concejal en el Ayuntamiento hasta su nombramiento como conseller, ha agradecido el gesto de la alcaldesa y de los asistentes, de los que ha destacado el consenso, y ha avisado a la ciudadanía sobre la situación: "Cuando las barbas del vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar".

Barrera ha dicho de que no hay una voluntad del Gobierno central de que la situación cambie: "La única fuerza que nosotros tenemos es la de la denuncia", ha advertido, y ha pedido una actitud firme ante lo que describe como un retroceso de la democracia, reflejado también en el encarcelamiento del rapero Valtonyc y en la retirada de la obra 'Presos políticos' de ArcoMadrid, según ella.

Bonet ha destacado que la retirada de esta obra y su repercusión evidencian que la situación puede combatirse desde el arte y desde "diferentes lenguajes" que puede emplear cualquier persona que discrepe de la prisión preventiva en Madrid, que obliga a ella y a su hijo de diez meses a desplazarse 1.300 kilómetros cada semana para hablar con Cuixart a través de un cristal.

Ausencia del PSC

El teniente de alcalde Jaume Asens ha lamentado la ausencia de grupos municipales: "Nos sabe mal que se utilicen argumentos como los que ha usado el PSC y otros de que esto es entregarse al independentismo. Se ha querido mezclar una cuestión humanitaria con una cuestión política, y no podemos soportar que nuestros adversarios políticos estén en la cárcel y se los trate de este forma cruel con el alejamiento".

El exalcalde y líder municipal del grupo Demòcrata --del que Forn fue portavoz--, Xavier Trias, ha agradecido a la alcaldesa este acto de indignación pero también de esperanza: "Los queremos fuera, y los queremos fuera ya", algo que sólo se logrará si mucha gente lanza este grito de indignación, en sus palabras.

Ha lamentado la ausencia de otros grupos municipales "que se creen que la reivindicación es por otras cosas, pero es una reivindicación por los Derechos Humanos y la democracia", en una situación que le recuerda a tiempos anteriores y que cree que llevará a volver a manifestarse al grito de 'Llibertat, amnistia, Estatut d'Autonomia', porque Catalunya también ha perdido autonomía.

Alfred Bosch (ERC) también ha lamentado la ausencia de concejales que asegura tienen una relación personal con algunos de los encarcelados y no comparten su situación: "Creo que es un momento en que la ética y la relación humana debería pasar por delante de las consideraciones políticas", ha señalado Bosch, que explicará el acto a los encarcelados en Estremera cuando visite la cárcel los próximos días.

Maria José Lecha (CUP) ha sostenido que los últimos acontecimientos han "quitado la máscara de una vez por todas a la pseudodemocracia que pregonaba el Estado español", ya vista en el alejamiento de presos de Euskadi, según ella, y el concejal no adscrito, Gerard Ardanuy (Demòcrates), ha defendido combatir con ideas y valores las injusticias y ataques a la democracia.

Fuentes socialistas han asegurado a Europa Press que tanto el líder municipal, Jaume Collboni, como el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, se han reunido con quien lo ha solicitado --como la mujer de Cuixart--, y que por un lado está la solidaridad a nivel humano y personal con los presos y sus familias, y que por otro está "la propaganda independentista con la que se está mezclando todo", que no comparte el PSC.