No es fácil para una mujer diagnosticada de cáncer de mama enfrentarse a cómo va a ver trastocada su imagen habitual en un corto plazo de tiempo. La caída del cabello es uno de los efectos secundarios que más suele afectar psicológica y emocionalmente a estas mujeres como consecuencia de la quimioterapia. Antes de empezar con el tratamiento, la paciente acude a la consulta del Oncólogo y es la Enfermera quien suele informarle que pasados 15 días de la primera sesión, empezará a perder su cabello poco a poco, provocando una alopecia que afectará a su imagen. Es en ese momento previo al tratamiento, cuando la mujer con cáncer de mama ha de tomar conciencia de que si quiere que su enfermedad pase inadvertida en su entorno laboral, social e incluso familiar porque así lo desea, existen en el mercado diversas soluciones, una de ellas son las pelucas oncológicas.

El primer paso que debe dar la paciente, antes incluso de que empiece a perder el cabello, es visitar un Centro de Estética Capilar para que puedan ofrecerle una solución que se ajuste a su imagen habitual. Es importante que se tomen referencias del color y textura del pelo antes de que se le caiga, así como las medidas exactas de su estructura craneal para que se ajuste perfectamente la peluca y el resultado sea el más natural e idéntico posible.

Si llegan las dudas a la hora de decantarse por el uso de una peluca oncológica, son muchos los argumentos positivos para estar segura de que es una buena opción. Por un lado, psicológicamente verse bien te da más fuerza para afrontar la enfermedad. Y al fin y al cabo, la peluca oncológica es un complemento de estética capilar más de carácter temporal, mientras se supera la enfermedad y el pelo vuelve a crecer. En tan sólo 15 días podemos tener nuestra peluca oncológica fabricada a medida. Los profesionales de Natural Hair Center (NHC) tomarán las medidas de tu anatomía craneal para que la peluca se ajuste y adapte perfectamente a la forma de la cabeza, sin necesidad de pegamentos y adhesivos que dañan la piel.

Lo cierto es que aunque creamos que vamos a ponérnosla durante tan sólo unos meses, volvernos a ver tal como estábamos antes nos llevará al menos un año. Si recibimos tratamiento de quimioterapia, transcurridos 15 días del primer ciclo se pierde el cabello. De dos a tres semanas después de terminar la quimioterapia aparece una pelusa suave. Un mes después, el cabello comienza a crecer a su ritmo normal y dos meses después crecerá hasta 2,5 cm de cabello. Si queremos seguir con nuestra vida, que la enfermedad pase inadvertida estéticamente y vernos mejor en este trance de la vida, está más que justificado invertir en una peluca oncológica.

Una vez que nos hemos decidido por una peluca oncológica frente a otras posibles opciones, la calidad del cabello es otro de los puntos a tener en cuenta en nuestra elección. Las mejores pelucas oncológicas son las fabricadas de pelo natural europeo. Este tipo de cabello se adapta perfectamente a las facciones de la cara, no se enreda ni enmaraña, dando un aspecto de mayor densidad y manteniéndose alineado en la misma dirección. Por otra parte, la base de las pelucas de Natural Hair Center (NHC) está hecha con la silicona Dow Corning, material bio compatible empleado en trasplantes y prótesis de mama, imitando la piel y evitando la irritación. En este sentido, los médicos desaconsejan a las pacientes de cáncer de mama el uso de pegamento para fijar las pelucas por la agresión que produce en la piel.

NHC una vez que haya fabricado tu peluca y como parte del Servicio, las Estilistas del Centro procederán no sólo a la colocación de la peluca en tu cabeza, sino a la adaptación del corte de pelo para que te veas con tu imagen habitual. Llama al Centro Estético Capilar NHC donde compartirán contigo su experiencia de más de 30 años con pacientes de Oncología en la normalización de su imagen. Teléfono: 963 81 38 03