Como cualquier acto médico o intervención quirúrgica, la cirugía de la obesidad puede presentar complicaciones. Sin embargo, en tanto en cuanto la técnica sea menos invasiva, menos posibles complicaciones presentará. Existen diversas opciones como el balón intragástrico, banda gástrica ajustable, la gastrectomía vertical o el by-pass gástrico. "Cada tipo de intervención tiene su indicación, aunque técnicas como la banda gástrica ajustable ya están en desuso porque sus indicaciones son limitadas y se ha comprobado que tienen más contraindicaciones a largo plazo", explica el cirujano del Hospital de Manises, Raúl Cánovas.

Opciones quirúrgicas basadas en la evidencia científica

Entre las opciones que existen para tratar la obesidad mórbida se encuentran procedimientos restrictivos que disminuyen la capacidad gástrica (gastrectomía tubular) y procedimientos que combinan este efecto con alteración en la absorción de los alimentos (by-pass gástrico). "La elección de cada técnica se realizará en función de las necesidades de cada paciente", explica el cirujano general especialista en cirugía Bariátrica del Hospital de Manises, Raúl Cánovas.

El by-pass gástrico es la operación más comúnmente realizada con grandes resultados a largo plazo.

A través de 5 pequeñas incisiones de 1 cm se crea un pequeño estómago cortando y grapando en la parte más alta del estómago original. Este pequeño volumen, de unos 20cc permite comer menos cantidad de alimentos en cada una de las 5 comidas diarias que se deben realizar. Luego el intestino delgado es cortado y unido al estómago creado para permitir la salida del alimento del estómago, y también es unido consigo mismo para que a partir de ese lugar se una la comida con la bilis y el jugo pancreático, pudiendo realizarse la absorción de nutrientes a partir de ese punto.

Por otro lado, está la ´gastrectomía tubular o vertical´. Consiste en la eliminación del 85% del estómago, dejando un aspecto final de éste en forma de tubo o manga. Este nuevo estómago quedará cerrado, de esta forma, mediante grapas.

Tras la cirugía, que tendrá una duración entre 1 ó 2 horas, es necesario incorporar la alimentación de forma progresiva, con un fuerte de dos semanas de dieta basada en líquidos, otras dos semanas de dieta triturada e introducir después progresivamente alimentos sólidos. Se podrá llegar a perder un total del 80% de su exceso de peso corporal durante el primer medio año y 12 meses. Además, es probable que se estabilicen los niveles de diabetes del paciente, hipertensión arterial, hipercolesterolemia o apnea del sueño, entre otras patologías.

Nuevos tratamientos endoscópicos

En la actualidad, los especialistas también estudian la posibilidad de realizar otro tipo de técnicas endoscópicas cuyo fin es alcanzar idénticos resultados que las técnicas quirúrgicas bariátricas tradicionales, sin causar tanto impacto invasivo en el organismo del paciente. "De esta forma, a medio plazo los afectados por obesidad acusada y un alto riesgo metabólico seguirán requiriendo una cirugía bariátrica, mientras que los pacientes con obesidad leve se limitarán a tratarse con fármacos novedosos, así como con tratamientos endoscópicos, más eficaces que la cirugía bariátrica a largo plazo", asegura el doctor Raúl Cánovas.