Los últimos estudios sobre lactancia materna indican que aproximadamente el 80% de las mujeres embarazadas desea amamantar y solo el 65% lo hace cuando sale del hospital. Como explica Paloma de Miguel, especialista de la consulta de lactancia del Hospital Quirónsalud Valencia, la causa principal de este fracaso en la lactancia es debido a una falta de apoyo e información en estos primeros momentos, fundamentales para su buen establecimiento. Es por eso por lo que este centro considera especialmente importante informarse de forma rigurosa durante el embarazo y asesorarse por profesionales durante el posparto y la estancia hospitalaria.

Los problemas más frecuentes se plantean al comienzo de la lactancia, cuando los niños son prematuros o si la madre tiene dificultad para conseguir una postura eficiente e indolora. Como explica Paloma de Miguel, ”la lactancia no debe ser dolorosa. Es posible que al principio de la toma, mientras se establece, notemos algo de molestia hasta que el pezón se sitúa correctamente dentro de la boca del bebé (un poco antes de la unión entre paladar duro y paladar blando). Esto suelen durar unos 20 o 30 segundos. Una toma donde persiste el dolor debe ser un signo de alarma y un indicativo de que algo no marcha bien. La mayoría de las veces se debe a un mal agarre o posicionamiento del bebé al pecho o a una mala técnica de la lactancia”.

Además, debemos tener en cuenta que si hay un mal agarre al bebé le va a costar más sacar la leche de forma efectiva, por lo que puede derivar en un aumento insuficiente de peso o problemas en la producción e, incluso, en otros casos, un efecto rebote de sobreproducción debido a la presión excesiva ejercida sobre el pezón. Todo esto podría llevar perfectamente a causar a la madre una molesta mastitis. “Por tanto, el agarre al pecho es muy importante y si no se consigue una toma indolora, es recomendable acudir a un especialista para que haga una buena observación de la misma”, aclara la especialista.

¿Es posible que no tenga suficiente leche o que esta no sea buena?

En la mayoría de ocasiones en las que el aumento de peso del bebé es insuficiente se debe a una mala técnica de la lactancia y no a una incapacidad de la madre para producir toda la leche que necesita su hijo. “La verdadera hipogalactia existe, pero su incidencia es muy baja y normalmente asociada a determinadas enfermedades hormonales o a una anatomía del pecho muy característica que nos haga sospechar de insuficiencia de tejido glandular, que no es lo mismo que un pecho pequeño”, aclara la especialista, quien añade que “incluso en estos casos, las madres no tienen por qué renunciar a amamantar, pero tendrán que usar suplementos para complementar la alimentación al pecho”.

Hay que aclarar que la glándula mamaria funciona generando leche según la demanda; por tanto, si tenemos un bebé al que ponemos unas pautas horarias con las cuales no es capaz de sacar la leche que necesita o se trata de un bebé que no está siendo del todo efectivo por diferentes motivos, al sacar poca cantidad, el pecho reaccionará produciendo menos cantidad, lo que no significa que la mujer no tenga la capacidad de generar más leche.

Otro de los aspectos a subrayar es que la leche es siempre de buena calidad. “Los lactocitos que son las células que producen la leche obtienen lo que necesitan de la sangre materna; solo en casos de desnutrición extrema podríamos encontrarnos con problemas”, puntualiza la consultora de lactancia.