Los niños con trastorno del espectro autista pueden tener dificultades para las relaciones y para la comunicación, tanto con otros pequeños como con adultos: problemas de adaptación en la guardería y en el colegio secundarios a las dificultades de comunicación, dificultades para las tareas diarias en casa con necesidad de horarios o menús especiales u obligación de adaptación de los juegos. Por ello, estos niños precisan de un diagnóstico precoz con el fin de iniciar de manera inmediata el tratamiento con programas de estimulación temprana y de atención psicopedagógica individualizados y, así, disponer de más posibilidades de desarrollar su potencial a nivel global y comunicativo, sobre todo.

El Servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Valencia está sensibilizado con el trastorno del espectro autista y su labor es el seguimiento del menor desde el nacimiento en los sucesivos controles de salud, derivando al neuropediatra a aquellos con sospecha de alteración del neurodesarrollo, lo que permite una valoración en una edad temprana y un diagnóstico precoz.

En Quirónsalud Valencia acompañan a los pequeños pacientes y a sus familias en cada paso de la enfermedad, siempre desde un punto de vista interdisciplinar. “En concreto, nuestros pacientes con trastorno del espectro autista son atendidos de manera integral por un equipo de especialistas formado por una neuropediatra, un pediatra especialista en sueño, una psicopedagoga experta en trastorno del espectro autista y una pediatra especialista en salud mental infantojuvenil. El neuropediatra se encarga de coordinar a los diferentes especialistas para que la atención sea individualizada y adecuada a cada etapa evolutiva”, explica la doctora M. Ángeles Tormos, pediatra del Hospital Quirónsalud Valencia.

Cómo mejorar la calidad de vida del niño y sus familias

La mayoría de las veces el diagnóstico es clínico y las pruebas complementarias ayudan, sobre todo, en el diagnóstico de comorbilidades, como la epilepsia o los trastornos del sueño. De hecho, el servicio cuenta con una neurofisióloga encargada de la realización de las pruebas neurofuncionales, como los electroencefalogramas y las polisomnografías. “En el diagnóstico de estos pacientes también colabora un equipo de genetistas que ayuda a orientar el diagnóstico diferencial con otras enfermedades de causa genética, pudiendo realizarse pruebas genéticas si se precisa según la exploración clínica y las pruebas complementarias”, añade la especialista.

Los niños portadores de un trastorno del espectro autista y sus familias precisan de un plan de trabajo individualizado a nivel de estimulación temprana y atención psicopedagógica, además de un programa de desarrollo del lenguaje con logopedas y foniatras para mejorar la comunicación según sus necesidades, haciendo uso de los sistemas de comunicación alternativos si lo precisan.

Además de las terapias anteriores, algunos pacientes requieren tratamientos farmacológicos que pueden mejorar ciertos síntomas relacionados con su patología de base y sus comorbilidades, tales como los trastornos de conducta, el trastorno de déficit de atención e hiperactividad, los trastornos del sueño o la epilepsia. En concreto, el Servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Valencia está especializado en el diagnóstico de los trastornos del sueño en niños con trastorno del espectro autista y su tratamiento.

Como parte del seguimiento de los estos niños, la familia es muy importante; “por ello, los padres reciben asesoramiento y están incluidos en el plan de trabajo, así como los hermanos y otros familiares. Nuestro objetivo final es mejorar la calidad de vida de nuestros niños y de sus familias y estar a su lado en cada momento”, concluye la doctora Tormos.