Ruth Beitia, la mejor saltadora de altura española de todos los tiempos, cerró su carrera internacional con un cuarto puesto en la final olímpica de salto de altura y una marca de 2,00 metros, un mes después de haber aprobado su asignatura pendiente, la medalla al aire libre, con el título europeo.

La victoria fue para la gran favorita, la rusa Svetlana Chicherova, con la mejor marca mundial del año (2,05). La de plata para la estadounidense Brigetta Barrett y la de bronce para otra rusa, Svetlana Shkolina, las dos con igual marca de 2,03 metros, récord personal en ambos casos.

La atleta cántabra se sentía totalmente "preparada para la final", después de superar la calificación sin un solo nulo. Sólo tenía que atacar el listón con más agresividad para mejorar su séptimo puesto de Pekín.

No estaba la croata Blanka Vlasic, lesionada. Las favoritas eran dos campeonas mundiales: Chicherova, que lo es al aire libre, y la estadounidense Chanunte Howard, titular en pista cubierta. Pero allí estaba también, de vuelta al atletismo tras ser madre dos veces, la defensora del título, la belga Tia Hellebaut, una atleta competitiva como pocas.

Las doce finalistas comenzaron a saltar en 1,89 y todas pasaron. El grupo se fue aligerando y cuando el listón subió a 1,97 quedaban siete en un concurso que dominaban Chicherova y Shkolina, las únicas hasta ese momento sin fallos.

Chicherova, bronce en Pekín 2008, llegaba a Londres con siete victorias en nueve competiciones y al frente del ránking con los dos mejores saltos del año (2,03 y 2,02)

A Ruth Beitia le había costado dos intentos superar los 1,97, la marca que en Helsinki le dio un mes antes el título europeo, y estaba cuarta cuando la barra se situó en 2,00, su mejor marca del año y sólo dos centímetros por debajo de su récord español. Lo consiguió a la primera.

Chicherova continuó infalible también en 2,03. La española, en cambio, tenía que hacer el mejor salto de su vida para seguir con vida en el concurso.

Barrett, que tenía un centímetro menos que Beitia como récord personal, lo mejoró en dos para situarse en posición de podio, desalojando de su privilegiado tercer puesto a la española.

Chicherova cometió su primer fallo en 2,05, pero superó la altura a la segunda, despejando ya cualquier duda.

El 28 de junio pasado, Ruth Beitia, se había doctorado al aire libre con una medalla de oro en los campeonatos de Europa de Helsinki que por sí sola le permitía ya retirarse "en lo más alto" después de 23 años batiéndose con el listón.

Con dos medallas mundiales y cuatro europeas bajo techo en su largo historial, Beitia ha superando con matrícula de honor su asignatura pendiente, justamente el año en que pondrá fin a su carrera deportiva.