El español Marc Márquez (Repsol Honda) estrena este fin de semana su quinto título mundial en un escenario proclive a las exhibiciones como es el circuito de Phillip Island, en donde se disputará el Gran Premio de Australia de MotoGP, decimosexta prueba puntuable del campeonato del mundo de motociclismo. Con el campeonato sentenciado, en esta carrera se mantiene viva la emoción por la lucha por el subcampeonato, un reto al que aspiran las Yamaha de Lorenzo y Rossi y la Suzuki de Maverick Viñales.

Márquez ya sabe lo que es ganar en Phillip Island, pues lo hizo el año pasado después de una enconada lucha con su compatriota Jorge Lorenzo (Yamaha) y los italianos Andrea Iannone (Ducati) y Valentino Rossi (Yamaha), a los que derrotó en un final espectacular.

Esa fue, precisamente, la carrera de la cual surgieron posteriormente las críticas del campeón del mundo italiano, sin razón alguna aparente, por el comportamiento de los españoles en las vueltas finales de la misma, en la que el piloto de Repsol Honda recuperó más de un segundo en ese período de la carrera.

Una temporada más tarde y ya con el título en el bolsillo, Marc Márquez dispondrá de una ocasión única para intentar repetir victoria y, de paso, consolidar la diferencia de puntos que el pasado fin de semana, en el circuito japonés de Motegi, le permitió ser matemáticamente campeón del mundo y convertirse en el piloto con más victorias de la temporada, cinco, además de continuar puntuando en todas las carreras de la temporada.

Márquez es el único piloto en todas las categorías del campeonato del mundo que ha logrado sumar puntos en las carreras disputadas hasta el momento, lo que habla muy claro de su regularidad, que a buen seguro dejará en cierta medida a un lado para concluir la temporada con el mayor número de victorias posibles y, de paso, resarcirse de los "sinsabores" de su disputa personal con Rossi.

Una vez más sus contendientes por la victoria volverán a ser los mismos, tanto los pilotos oficiales de Yamaha, Jorge Lorenzo y Valentino Rossi, como los representantes de Ducati y Suzuki.

En el equipo Repsol Honda en esta ocasión estará el estadounidense Nicky Hayden, campeón del mundo de MotoGP en 2006, cuando era piloto oficial de Repsol Honda, como sustituto del lesionado Dani Pedrosa.

Ellos han demostrado, por mecánica y cualidades, estar un paso por delante del resto, aunque el italiano Andrea Dovizioso, oficial de Ducati, podría ser otro de los contendientes por el podio, como también los pilotos oficiales de Suzuki, los españoles Maverick Viñales y Aleix Espargaró.

Las Suzuki se encuentran a un alto nivel técnico y en Phillips Island podrían dar un salto de calidad para estar en la pelea por el podio respecto a su competencia, en donde volverá a disfrutar de una gran ocasión de despuntar el español Héctor Barberá, quien por segunda carrera consecutiva se subirá a la Ducati Desmosedici GP16 del lesionado Andrea Iannone.

Mientras que la plaza de Barberá en el equipo Avintia Racing volverá a ser para el australiano Mike "Mad" Jones, quien "jugará" de local pues fue campeón de Australia de Superbike en 2015 al manillar de una Kawasaki y esta temporada es piloto de Ducati en el equipo del excampeón del mundo de su país, Troy Bayliss.

Pol Espargaró (Yamah) es otro de los pilotos españoles que busca un buen final de temporada como despedida a su actual escuadra, la francesa Tech 3, que abandona para convertirse en piloto oficial de KTM, como su hermano Aleix Espargaró lo será de Aprilia en 2017, en sustitución de Álvaro Bautista, que en Motegi logró con la RS-GP su mejor resultado de la temporada.

Bautista recalará el próximo año en el equipo de Jorge Martínez "Aspar" sobre una Ducati Desmosedici GP16 y tendrá cómo compañero de equipo al checo Karel Abraham, fichaje anunciado esta misma semana, si bien el piloto natural de Brno tendrá a su disposición una Ducati Desmosedici GP15.

Distinto será el objetivo de Esteve "Tito" Rabat (Honda), quien no ha conseguido el nivel de rendimiento que de él se esperaba y por ello que el catalán esté centrado en intentar conseguir el mejor resultado posible sobre una moto que "a priori" le debiera permitir estar mucho más adelante en la clasificación