Este es tu pequeño?... ¡Madre mía que mayor está!" Esta expresión tan ´castiza´ es la que se me vino a la cabeza cuando vi por primera vez en directo el nuevo Kia Picanto. Al escucharla, los padres sienten una mezcla de ´madurez´ y orgullo por haber criado tan bien a su querubín, el mismo sentimiento que los responsables de la marca coreana nos trasladaron en la presentación del modelo, jactándose de haber creado el mejor vehículo de su segmento gracias a la gran evolución que habían experimentado en los últimos años. Y lo cierto es que sí han hecho un muy buen coche de acceso a su gama.

Los vehículos del segmento A no son los más importantes para las firmas automovilísticas por el número de matriculaciones, pero sí por suponer el modelo de acceso a la marca, y en este caso es difícil contar con un mejor representante que el Kia Pcianto. Su diseño, habitabilidad, capacidad de carga, eficiencia y tecnología, además de una fiabilidad que cuenta con el respaldo de siete años de garantía, son argumentos más que de sobra para fidelizar a los clientes más jóvenes con la marca coreana, desde su ´primer´ coche.

Robusto diseño

La primera impresión que tuvimos al ver el nuevo Picanto fue de estar ante un coche pequeño pero robusto, que es exactamente lo que buscaba transmitir Kia. Para ello no se han incrementado sus dimensiones -que se mantienen en 3.595 m de largo, 1.595 mm de ancho y 1.485 mm de alto-, aunque sí se ha extendido la batalla hasta los 2.400 mm (15 más que su predecesor). Este incremento beneficia aquello en lo que más destaca el Picanto respecto a sus rivales, el espacio interior y la capacidad de carga.

Las plazas delanteras son dignas de coches de segmentos superiores, hasta el punto de que los asientos comparten construcción y materiales con los de la gran berlina Optima. Y respecto a las traseras, se goza de de un espacio sorprendente para el tamaño del Picanto, con hueco de sobra para rodillas, cadera y cabeza. Y todo ello sin perjudicar la capacidad de un maletero que se erige como uno de los más capaces de sus segmento al poder albergar 255 litros de carga -55 más que le modelo anterior-, ampliables a 1.010 si se abaten los respaldos de la banqueta trasera, divididos en 60:40.

Picante y personalizable

Además de transmitir una imagen de coche ´grande´ pese a sus reducidas dimensiones, los ingenieros buscaban en este Picanto ofrecer un toque más ´picante´. Y aunque el aspecto de esta tercera generación es de por sí más deportivo que el de su predecesor, se ha introducido por primera vez en este modelo la versión GT-Line. En ésta, el exterior del vehículo se realza con remates de color rojo, plata y negro en la parrilla ´Tiger Nose´, las tomas de aire laterales, los estribos y el paragolpes trasero, así como con una doble salida de escape cromada. Para completar este conjunto deportivo, las versiones GT-Line montarán siempre unas llantas de aleación de 15 pulgadas con diseño específico que le otorgan al coche un porte mucho más radical.

Motores en su justa medida

El Picanto comenzará su comercialización es España el 1 de junio con dos motorizaciones gasolina de baja cilindrada y otros tantos niveles de acabado. Se trata de propulsores atmosféricos con inyección indirecta multipunto (MPI) de 1.0 y 1.2 litros qua ya se utilizaban en la segunda generación del Picanto, pero con una serie de modificaciones que aumentan su rendimiento y mejoran su respuesta. El 1.0 MPI es un tricilíndrico que rinde 67 cv a 5.500 rpm y 96 Nm de par, mientras que el 1.2 MPI produce 84 cv y 122 Nm de par. Ambos vienen de serie emparejados con una caja de cambios manual de cinco velocidades, pero el más potente tiene la posibilidad de asociarse opcionalmente con una cambio automático de cuatro velocidades.

En ambos casos estas cifras se traducen en un buen rendimiento, como pudimos comprobar en la toma de contacto por las carreteras de Sitges. El de acceso a la gama, es decir el 1.0, tiene unas prestaciones más contenidas, pero al mismo tiempo unos consumos más discretos. Los 67 cv son suficientes para mover con agilidad al Picanto en un entorno urbano, pero su bajo par motor hace que le falte algo de empuje cuando se sale a carretera y se precisa realizar adelantamientos a alta velocidad. Pero aquellos que salgan habitualmente de la ciudad tienen a su disposición el motor de 84 cv, con el que el Picanto se desenvuelve con soltura en cualquier contexto. Ni si quiera por las inclinadas pendientes que encontramos en el Parc Natural del Garraf, echamos de menos algo más de potencia, teniendo en cuenta que no hablamos ni mucho menos de un coche de corte deportivo.

Pero más que su potencia nos sorprendió su buen comportamiento, al poder rodar a un ritmo muy ágil por las reviradas carreteras del Garraf. Un buen tacto de dirección, unas suspensiones blandas pero que mantienen lo suficientemente firme la carrocería y una frenada efectiva, hicieron posible pasar un inesperado rato de diversión a los mandos del Picanto. Además, nos sirvió para quitarnos el mal sabor de boca que nos llevamos del slalom de conos que habilitó la marca para demostrarnos la agilidad del Picanto, en el que en varias ocasiones se endureció la dirección cuando se forzaban demasiado los giros. Algo que no se repitió en el ´tramo´ por el Garraf donde también afrontamos virajes muy cerrados. El último aspecto que nos gustaría reseñar de la experiencia de conducción fue el buen confort que brinda el habitáculo, gracias al ya mencionado espacio disponible y a una lograda insonorización del interior, que evita que penetre en él ruido del motor y las vibraciones del mismo, incluso en el caso del tricilíndrico.

Avanzada tecnología

Otro aspecto que hace más placentera la vida a bordo es la abundante tecnología disponible. No se trata sólo del modelo del segmento A más seguro creado jamás por Kia, sino también del más avanzado, al integrar sistemas reservados acoches de clase superior, como los sistemas de conectividad de Apple CarPlay y Android Auto, disponibles opcionalmente.

Inteior de coche ´grande´

Hoy día no hay coche pequeño. Incluso los vehículos del segmento A, como es el Picanto, transmiten sensaciones que antes sólo se experimentaban en los coches más grandes. El interior del último modelo de Kia tiene un diseño predominantemente horizontal que añade más anchura visual al interior, materiales de alta calidad que ofrecen un tacto y una apariencia muy sofisticada y elementos tecnológicos como la gran pantalla de siete pulgadas que descansa sobre el salpicadero que otorgan al Picanto un aire de modernidad y calidad impensable hace sólo unos años en este tipo de coches pequeños.