Las calles de Ontinyent y, sobre todo, la Plaça Major, quedaron ayer sepultadas bajo una nube de humo en la batalla de arcabucería entre los bandos moro y cristiano en el último acto de la Semana Grande de las fiestas de Moros y Cristians, las Embajadas. La Embajada Mora comenzaba al mediodía, tras la misa en la parroquia de Sant Carles ante la imagen del Santíssim Crist de l´Agonia, cuando los primeros truenos se disparaban desde el lavadero de la Cantereria, por donde las tropas moras se acercaban para conquistar el castillo. Los cristianos avanzaban desde Sant Rafel para defender el castillo hasta llegar a la Plaça Major.

El embajador Mudéjar, José Luis Climent, comenzaba entonces el parlamento para convencer de la rendición a los cristianos. Climent proclamaba los versos de Joaquín José Cervino a lomos del caballo y, tras no convencer a su homólogo, el embajador cristiano, Pablo Revert, de la comparsa Llauradors, comenzaba una batalla entre moros y cristianos a los pies del castillo. Climent se llevaba la victoria en la primera contienda de la Embajada y, acompañado por el abanderado Pablo Morales, izaba la bandera mora en el castillo.

Por la tarde se repitieron los trueno y arcabuces desde la Cantereria y el barrio de Sant Rafel en la Embajada Cristiana, aunque invirtiendo los papeles y, mientras las tropas de la media luna partían de Sant Rafel, los de la cruz salían desde la Cantereria, para unirse en la Plaça Major, donde se repitió la contienda. El embajador Llaurador, Pablo Revert, trató de convencer a los moros de su rendición y de la entrega del castillo con los versos de Cervino, pero las tropas moras no cedieron y comenzó así la batalla en la que los cristianos, finalmente, reconquistaban el castillo. Revert y el abanderado cristiano, David Gil, recuperaban la ciudad e izaban la bandera cristiana en lo alto del castillo.

El tradicional acto de la Embajada ponía así ayer fin a los actos centrales de las fiestas de Moros i Cristians 2014, que culminaron con el desfile final de los festeros de todas las comparsas. Un desfile que, como es tradición, encabezaron los capitanes, Rafael Cucart (de la comparsa cristiana Arquers) y María Insa (de los moros Omeyas), seguidos por los embajadores y abanderados „Pablo Revert y David Gil, por el bando cristiano; y José Luis Climent y Pablo Morales, por el musulmán„ y sus escoltas. Por último los festeros de las comparsas moras y cristianas, acompañados por sus respectivas bandas de música.

Las fiestas de Moros i Cristians se darán por cerradas el próximo 7 de septiembre con la Pujada del Santíssim Crist de l´Agonia, en el que los festeros y la Societat de Festers realizarán la procesión de traslado de la imagen del Crist desde la parroquia de Sant Carles hasta la ermita de Santa Anna.