Numerosos estudios señalan un declive en la fertilidad masculina a nivel global; de hecho, en España más de la mitad de los jóvenes presenta una calidad seminal por debajo de los parámetros de normalidad que establece la Organización Mundial de la Salud, siendo la Comunidad Valenciana, junto a Cataluña y Euskadi, las regiones que peor calidad presentan.

Ante los factores que tradicionalmente se han considerado, en el origen de la esterilidad masculina se encuentran el tabaco, el alcohol, las drogas, el estrés, la edad y los antecedentes en enfermedades de transmisión sexual, pero también la contaminación industrial como un elemento clave de la calidad seminal.

Como puntualiza Juan Íñiguez, jefe de laboratorio del Instituto de Reproducción Asistida Quirónsalud Valencia, "los tóxicos medioambientales se consideran la causa más importante del aumento de la infertilidad masculina en los últimos 20 años. Existen numerosas sustancias químicas de uso habitual en la industria, la agricultura y en nuestros hogares que funcionan como disruptores metabólicos. Al llegar a nuestro cuerpo a través de la alimentación o el ambiente, se comportan como estrógenos, como hormonas femeninas. Además, estas sustancias son muy resistentes a la biodegradadción, se acumulan en el organismo y su eliminación es muy compleja".

Este contacto comienza ya en la vida intrauterina, llegan al embrión a través de la sangre materna y pueden afectar al desarrollo del testículo fetal. "A los 2-3 meses de embarazo, la hormona masculina testosterona ejerce un papel muy importante; si estos falsos estrógenos compiten con ella, no le permiten que ejerza correctamente su función, dando lugar a la disminución de las células productoras de espermatozoides y, en los casos más graves, a alteraciones cromosómicas en ellos", añade Juan Iñiguez. Este hecho conlleva a que los hombres afectados tarden más tiempo en conseguir un embarazo, dependiendo siempre de la edad y fertilidad de su pareja.

La calidad del semen es una de las causas por la que están aumentando los casos de infertilidad en los últimos años y por la que muchas parejas toman la decisión de acudir a clínicas especializadas para llevar a la práctica su proyecto familiar. "Gracias a las técnicas actuales de reproducción asistida una de cada cuatro parejas con infertilidad masculina puede quedarse embarazada con tratamientos mínimamente invasivos, como la inseminación intrauterina. Solo en situaciones más difíciles habría que recurrir a tratamientos más complejos, como la fecundación in vitro e, incluso, en el caso de anomalías cromosómicas, requerir el análisis genético de los embriones obtenidos", concluye el especialista.