"No entiendo por qué me ha tenido que pasar esto a mí", "¿qué es lo que estoy o estamos haciendo mal para que las cosas no salgan bien?" Son algunas de las frases que más expresan las parejas que acuden a la Unidad de Reproducción Asistida. El no comprender por qué son ellas y ellos los que están pasando por ahí, mientras la gente de su alrededor puede ser madres y padres sin problemas.

El proceso de convertirse en madre y/o en padre es algo que escuchamos desde que somos pequeños: "¿jugamos a papás y a mamás?". Sin ser del todo conscientes de ello, se va generando en nosotros la idea de que en algún momento asumiremos ese papel. Además, ocurrirá de un modo natural, como aparece en las películas o en los libros. Pero, ¿qué ocurre cuando la pareja no puede quedarse embarazada por los medios naturales? Como explica Jorge Perpiñá, psicólogo del Instituto de Reproducción Asistida Quirónsalud Valencia, "este es el momento en que se produce la denominada crisis vital y que responde a una alteración del equilibrio emocional por el fracaso de no conseguir resolver del modo acostumbrado los problemas, lo que genera desorganización, desesperanza, tristeza, ansiedad, confusión y culpa. Y son estas las emociones con las que muchas parejas acuden a nuestro servicio de reproducción asistida. Es importante, pues, hacerles ver el proceso por el que están pasando y que en muchas ocasiones suele ser desatendido. Esto no quiere decir que hayan perdido la capacidad natural de ser progenitores para siempre (a no ser que exista algún tipo de patología ginecológica o de cualquier otro tipo, tanto en ella como en él), pues son muchas las parejas que, iniciando el tratamiento o bien meses después de haberlo finalizado sin éxito, se quedan embarazadas de un modo natural y espontáneo".

Es importante resaltar que el papel del psicólogo en unidad de reproducción asistida no es hacer una terapia al uso, sino un acompañamiento en este nuevo proceso. "La figura del psicólogo aquí es la de acompañar a la pareja, especialmente a la mujer, en el proceso que van a emprender, sea inseminación artificial, fecundación in vitro€ Y es que no debemos olvidar que las parejas acuden con sentimientos de culpa, aislamiento social y personal, ansiedad, tristeza€ por no haber conseguido algo que anhelaban de un modo natural", detalla el psicólogo. Por eso, el desahogo de los miembros de la pareja y el atender a estos sentimientos facilitarán el proceso del tratamiento de fecundación. "Todas estas emociones cargan a la pareja, y muchas veces es necesario prestar atención a la relación entre ellos, para que este nuevo camino sea vivido desde una nueva perspectiva, y sobre todo, lo sea con el apoyo y la comprensión del equipo médico que participa en su proceso de ser madre y padre", añade el especialista. Así, es aconsejable que el psicólogo esté presente desde el primer momento en que la pareja, o la persona en solitario decide emprender esta aventura, porque muchas veces ocurre que tras algún tratamiento fallido, toda esa sensación desagradable se agranda y es más complicado sobrellevarla.

El especialista aconseja a todas aquellas parejas o mujeres que se vayan a someter a un tratamiento de fertilidad que tengan en cuenta esta serie de advertencias para, de esta manera, vivir este proceso de una manera más estable emocionalmente:

  • Tratar de no caer en la culpa o la desesperanza. Es un nuevo camino el que se abre.
  • Comunicar y expresar cómo te encuentras a la gente de tu alrededor que te genere confianza y apoyo.
  • Y, sobre todo, no dejes escapar la capacidad de seguir creciendo, pues en la cultura oriental la palabra crisis se entiende como oportunidad y no como algo negativo.