La comisión de Sueca-Literato Azorín ha obtenido el primer premio del concurso de calles iluminadas de las Fallas 2012. El segundo premio ha correspondido a Cuba-Literato Azorín, el tercero a Crta. Malilla Ingeniero Joaquin Benlloch, el cuarto a Cuba-Puerto Rico y el quinto ha sido para Almirante Cadarso Conde Altea. Todas las comisiones realizaron anoche el encendido oficial ante el deleite de miles de personas que se congregaron ayer en el barrio de Russafa para asistir a unos encendidos muy distintos unos de otros.

El primero fue el de las luces de Cuba-Puerto Rico. La comisión lleva 52 años iluminando sus calles y compitiendo por el galardón. Este año, un castillo de fuegos artificiales precedió el encendido de las arcadas, que simulaban una arbolada boscosa llena de frutos. Las luces cobraron vida de manera gradual hasta alcanzar unos tonos verdes y violetas muy aplaudidos por el público.

Medio hora más tarde fue el turno de las otras dos comisiones, de mayor presupuesto, ambas galardonadas el año pasado con el premio al no alcanzar un acuerdo el jurado. Sueca-Literato Azorín encendió, a diferencia de otros años, a las 21 horas, sin esperar a las conexiones de las televisiones. El montaje de De Cagna cobró vida al ritmo del grupo británico Coldplay y su "Viva la Vida". A la movida canción le siguió un tema con reminiscencias francesas, en consonancia con el tema del monumento de José Lafarga, "Belle Époque". La Torre Eiffel era el elemento central de un montaje sumamente celebrado por los miles de personas que abarrotaron las calles de Russafa. Las luces de la réplica, por cierto, imitaban las de la verdadera torre en París.

Con un poco de retraso, por su parte, Mariano Light le dio al botón de "encendido" en la cercana Cuba-Literato Azorín. El montaje planteado por la empresa italiana pretendía evocar la primavera, y lo consiguió. Con ópera italiana de fondo, el encendido fue rítmico y acompasado. La lírica, además, favoreció la espectacularidad de un prendido que se retrasó porque se esperaba la llegada de las cortes de honor y de las falleras mayores de Valencia -la insistencia del público hizo que el montaje cobrara vida unos diez minutos después de la hora determinada-. El músico de Nueva Orléans Louis Armstrong y su "What a wonderful world" pusieron el broche de oro al encendido.

Los espectáculos se reproducirán todos los días en las dos últimas comisiones, al ritmo de distintas músicas, y se repetirán al menos cada hora.