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"En mi país la gente sí conoce la Tomatina, pero nadie sabe qué son las Fallas. Cuando vuelva pienso contárselo a todo el mundo". La noruega Hanne Sundene es una de las 16 jóvenes estudiantes que participan en el programa internacional de la falla de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). Ayer fueron recibidas en el ayuntamiento y pudieron disfrutar de la "mascletà" desde uno de los balcones.
"En la República Checa se hacen fuegos artificiales en días especiales como año nuevo, pero nunca son ni tan grandes ni con tanto ruido como aquí", explicaba Alzbeta Prokopova. A su lado otras jóvenes de Francia, Colombia, México, Brasil o Estados Unidos lucián el vestido tradicional de fallera. "El objetivo es favorecer la integración, acercar la cultura y tradición valencianas a personas de todo el mundo y que se conviertan en embajadoras de nuestras fistas en su país", explicaban desde la UPV.
La falla de la Universidad Politécnica cumple 13 años, y el programa de falleras internacionales ya es la sexta vez que se celebra. Y las jóvenes parecen encantadas. "Me están gustando mucho las fiestas. En Noruega no tenemos nada parecido", aseguraba Hanne.
El de ayer no ha sido ni el primero ni el último acto de estas peculiares falleras. Ya estuvieron en la Exaltación de la fallera mayor y todavía le quedan muchos otros como la Ofrenda.
