La comisión Escalante-Amparo Guillem, en pleno barrio del Cabanyal, ha plantado una falla artesanal realizado a base de palés, sillas y muñecos de trapo. De esta manera, sus 110 falleros se han ahorrado los 6.000 euros que cuesta un monumento y han podido pagar su deuda con Hacienda, que es exactamente esa. Según explicó la presidenta de la comisión, Cynthia Rodrigo, después de seis años peleando con el Gobierno tenían que abonar los 6.000 euros y han decidido hacerlo "de golpe", dejando de plantar una falla al uso.

Esto les ha sido posible, además, porque este año no tenían fallera mayor y no han tenido el compromiso de ofrecerle un monumento tradicional. La falla tiene de lema "Tots som Hisenda" y en sus "ninots" hay múltiples alusiones al caso. El remate es la presidenta dando las gracias a todos los falleros.