Que se prepare la clase política porque no hay nada peor que un artista, o una fiesta, cabreada. Y como las fallas llevan el ceño fruncido desde hace tiempo, la ceremonia de escarnio será mucha y despiadada en la Exposición del Ninot. Ayer empezaron a llegar figuras de cara a la inauguración del sábado y ya se adivina que, siguiendo la costumbre de los últimos años, hay pocas medias tintas. Sí que es verdad que hay docenas de figuras de compromiso, con poca alma, pero no serán pocas las que ridiculizarán los errores cometidos por los que gobiernas y los que quieren gobernar.

Con el tema del IVA de las fallas desinflado a última hora, el argumento nuevo del año es el cierre de Canal Nou, que se expone de diferentes formas. Y también llama especialmente la atención que las andanzas del rey no se tratan con medias tintas. Al monarca ya no se le perdona —queda lejos el tiempo en el que la Casa Real recomendó que no se les «ninotizará»— ni la cacería de elefantes, ni los devaneos con Corinna ni siquiera su estado físico. En la figura de Guardacostas-Jarque Cualladó no dudan además en incluir al yerno Urdangarín como delincuente y a la reina como coleccionista de cornamentas.

Mucho menos comprometidas son las candidaturas al indulto. Y como Na Jordana tirará más por el ingenio de Ortifus, la candidatura de Almirante Cadarso, ya habitual, tendrá algunos rivales. Ayer sólo se desveló la de Merced, una «mocadorá» añeja que le desafiará, como también se sabe que Quart Extramuros lo hará con un Cervantes.

Franco regresa lleno de telarañas mientras cada vez queda más claro que Alberto Fabra tiene suerte: sus facciones lo hacen muy difícil de convertir en ninot, aunque tampoco escapará.

Las Gaiatas sí que pagarán el 21 %

La rebaja del IVA tendrá un impacto importante en las fallas y las hogueras, un alivio que no disfrutarán en la misma medida las Gaiatas de Castelló. Después que la Generalitat, las Corts y el Ayuntamiento de Castelló, entre otros, exigieran un ajuste del IVA cultural del 21 % al 10 % a las fallas y gaiatas, el Gobierno parecía que atendía esta reivindicación con el decreto de enero. Sin embargo, el impacto final es bastante limitado, para la fiesta de la Magdalena. El nuevo IVA cultural afecta sólo al monumento en sí y a sus creadores y quedan fuera del mismo los proveedores que facilitan los materiales de construcción, tal y como confirmaron fuentes del Ministerio de Hacienda. Así, una de las tres fiestas capitalinas no se verá tan beneficiada. j. mestre castelló