La subida de temperaturas provocó la reacción, química o simplemente térmica, que se temía cuando la lluvia se enseñoreó de la ciudad en los días anteriores: la capa de color que cubre el revestimiento de papel que, a su vez, redondea la base de corcho blanco ha cedido como si de una ampolla se tratara. Ayer fueron muchas las comisiones, tal como habían vaticinado los artistas, que empezaron a cuartearse, cuando no, directamente, desprenderse. Numerosos ninots, remates y cuerpos centrales aparecían ayer pintados de blanco, después de lijarse los desperfectos y aplicarles una nueva capa a la espera de empezar de nuevo. Artistas como David Sánchez Llongo mostraban una imagen de su falla de Cuba-Denia en la que, subido a la grúa, mostraba cómo una de las figuras corpóreas tenía la «piel» directamente desprendida. Las piezas de un solo color son menos complicadas de reparar a base de pistola. Pero las que recrean, por ejemplo, tela con adornos, requieren tanto un repintado de la base como el retoque de los adornos. Mientras, el brazo del Mercado Central ha sido reparado y el artista Xavier Herrero anunció a la comisión que lo llevará durante la jornada de hoy nuevamente a la plaza. Tanto el artista como sus operarios, ayudados por el taller de Manolo García, han trabajado con urgencia y tras plantar el resto de fallas que tenían comprometidas tienen previsto emplear las 24 horas de hoy en recomponer el monumento de Sección Especial. También en Ramiro de Maeztu-Leones confían en la recuperación del remate que se cayó.