La «Colla de Dimonis» de Massalfassar puso ayer en la Porta de la Mar un apoteósico final de luz y color a la Cabalgata del Fuego, un espectáculo que la Junta Central Fallera recuperó hace diez años y que atrae a miles de valencianos. Los «dimonis» de Massalfassar sorprendieron al público recuperando las estructuras de madera que se hacían servir para los castillos tradicionales. Una puesta en escena que sirvió para extender, simbólimente, el fuego por toda la ciudad.

Dragones, demonios de todos los tamaños y formas y otras bestias del fuego tomaron ayer las calles del centro de la ciudad. El vistoso espectáculo de fuego, luz y color deleitó y sorprendió al público, especialmente, a los niños.

En el desfile participaron 300 personas, entre demonios, músicos, actores y bailarines. El desfile, que tuvo un principio algo lento, arrancó las 19 horas desde la calle Colón y concluyó en la plaza Porta de la Mar.

La Cabalgata del Fuego recupera elementos del patrimonio festivo valenciano que habían quedado en desuso, como las bestias de fuego dragones, águilas, tortugas..., tradicionales en el séquito festivo valenciano. Los diablos, representaciones populares muy extendidas por todas las comarcas valencianas, son pieza clave del desfile. La Cabalgata del Fuego cuenta en Valencia con un precedente en los años 1932 y 1934.

La Cabalgata del Fuego de este año la abrió el espectáculo de animación «Sol», a cargo del Ballet Opera de Ontinyent que contó con 16 bailarinas. Desfilaron los «Dimonis Emplomats» de Beneixama,seguidos de la «Diabòlica» de Morvedre y la «Colla de Dimonis i Cabuts» d´Aielo de Malferit. A continuación, iba el grupo de teatro de calle Pyros Espectáculos d'Ibi y como es tradición, la «Colla de Dimonis» de Massalfassar acompañó a la espectacular «Taratuga» de Massalfassar, que cierra el desfile.

Los grupos de «dolçaina i tabal» de la JCF y «La Xafigà» acompañaron a las Falleras Mayores de Valencia con sus Cortes de Honor.