Anoche quedaron desvelados los proyectos que plantarán diez de las participantes en la Sección Especial, las pertenecientes a una Federación que ya no es la máquina de hacer dinero de antaño, pero que se resiste a abandonar el asociacionismo porque esa fuerza de grupo sigue siendo uno de sus principales activos.

Son éstas las fallas que disputarán la edición número 74 de la particular división de honor de la fiesta y que este año se destapa en su habitual «Festa per a Tots» con un mes de antelación respecto a ediciones pasadas y cuando queda justo medio año para prenderles fuego.

Superados los avatares de los últimos meses, la Federación mantiene a sus diez componentes. Almirante Cadarso asoma la cabeza tras su monumental crisis interna ya superada; Nou Campanar no se ha muerto a pesar de que Juan Armiñana sea ahora simplemente un fallero de número y las comisiones que dudaban seriamente de alcanzar recursos económicos como para poder declarar los 85.000 euros que separan a la Especial del resto de secciones lo han conseguido. De hecho, abandonar ahora la máxima categoría es una calamidad para cualquiera de ellas. La Federación mantiene el lugar en el colectivo durante dos años de ausencia, pero a nadie escapa que estas comisiones mueven gran parte de los recursos merced a unos anunciantes que exigen estar en la máxima categoría para hacerse visibles y que salir sería poco menos que un suicidio.

La de Nuevo Centro en el mismo sitio que, dentro de unos meses, se exhibirán los ninots de la Exposición es una muestra de maquetas y de bocetos que son, a la hora de la verdad, de remates y cuerpos centrales. Poco o nada muestran los artistas de las escenas, cosa por otra parte natural si se tiene en cuenta que no es cuestión de desvelarlo todo y que se apela a que todavía queden cosas por idear, modelar y plasmar por aquello de la inmediatez de los acontecimientos. Pero, por lo menos, la práctica totalidad de elementos principales ya se conocen.

Continuidad sobre seguro

En líneas generales, los proyectos se pueden considerar previsibles de acuerdo con las características de cada artista. Continuidad sobre seguro con el sello más o menos inconfundible de cada uno de ellos. La falla de Almirante Cadarso, la de Convento, la del Pilar... todas se distinguen a la legua. Como también la de Na Jordana, que estrenará boceto de Carlos Corredera en lo que será la apuesta más audaz sobre de lo que se entiende como «convencional» u «ortodoxo». No es de extrañar, por ello, que haya reyes, musas, artistas, cocineros... y muchos guerreros, un tipo de remate siempre recurrente en la historia de la plástica fallera y que se repite en esta ocasión en Convento, l'Antiga (curiosamente, los dos proyectos con firma Santaeulalia) y Exposición.

Hablando del Pilar, éstos defiende el primer premio con la tranquilidad de haberse quitado una losa que le pesaba a la comisión y a Pere Baenas desde mucho tiempo atrás. Poco dejan ver de todos modos más allá de dos grandes elementos. Mucho más que el año pasado por estas fechas y mucho menos de lo que plantaron el pasado mes de marzo, aunque se da por hecho que Pere Baenas optaría por pocas piezas, pero más monumentales.

Convento, teórica favorita

Convento Jerusalén parte, como el año pasado, con el favoritismo que le da su superioridad presupuestaria si declara sobre los 230.000 euros, eso supone entre 80 y 90.000 euros más que sus principales competidores, como Pilar o Cuba, pero que ahora tendrá que confirmar en el terreno de juego, cosa que no pasó el pasado ejercicio, cuando Pere Baenas se vació en su proyecto pilarista. Pedro Santaeulalia va con más verdad por delante y de su proyecto «Ocaso de los Dioses» se puede ver toda la planta salvo las escenas. Tras no ganar en las pasadas fiestas, la victoria apremia para que no cunda el nerviosismo.

Llácer no se achanta

Detrás, y recordando el reparto de premios del año pasado, habrá que ver el encaje de Cuba-Literato Azorín en los nuevos tiempos. Por si acaso, Vicente Llácer no se achanta y el proyecto cinematográfico, boceto en la mano, vuelve a jugar con líneas alejadas del eje de gravedad, eso que dio tan gran disgusto en las pasadas fiestas. El boceto da la sensación de ser más arriesgado que la maqueta, pero el artista no va con medias tintas y planta una estructura en forma de cuatro.

Exposición ha causado buena impresión y el proyecto de Paco Giner tiene buena prensa prácticamente desde el principio, aunque tiene el listón muy alto con el cuarto premio del pasado curso. Con todo, el artista es un valor claramente al alza.

Manuel Algarra no engaña: sabes lo que va a plantar y el pone todo lo demás, incluyendo honradez al máximo. La maqueta es más horizontal que el boceto, lo que le permitirá ocupar mucho cruce. Va con 90.000 euros declarados.

L'Antiga se viene arriba

L'Antiga de Campanar se pone las pilas este año. La llegada de nuevos ingresos la acerca a las cifras de la zona noble (130.000 euros, cuarto presupuesto más alto). Regresa a la alta competición Alejandro Santaeulalia y lo hace con un boceto muy de la fábrica, solvente y presumiblemente cachondo (en la «Festa per a Tots» no hay maqueta ni caballete, sino un televisor donde se presenta interactivamente).

El efecto multiplicador

Los diseños de Carlos Corredera han tenido un efecto multiplicador de panes y peces: siempre acaban por encima o muy por encima de las posibilidades teóricas merced a su trazo audaz. Una vez plasmado por Latorre y Sanz será, a la hora de juzgar, la pieza más complicada de encajar dentro de unos diseños tradicionales.

Es, por cierto, Na Jordana, de las pocas que, aparte de boceto o maqueta, incorpora una explicación. El hilo argumental juega con el establecimiento de contacto con otras civilizaciones extraterrestres, pero también con un trasfondo de tolerar la convivencia, aquí en casa, con otras formas de vida.

Reino de Valencia-Duque de Calabria también se digna a ofrecer una explicación, que va muy en la línea de los anteriores y exitosos años. Mucha crítica política, fácil de reconocer. La falla también: muchas figuras de tamaño medio marca de la casa Musoles.

Sueca-Literato Azorín está acostumbrado a los toboganes y no le tiembla el pulso cuando sube y baja, cuando hace podio o cuando se queda en tierra de nadie. Con sus posibilidades económicas sólo puede aspirar a que la inspiración de Lafarga le permita acabar en la zona de «Liga Europa».

Nou Campanar es la única que esconde sus cartas, dentro de no precisamente buena costumbre que ya pusieron en práctica el Pilar y Na Jordana el año pasado y que amenazaba con convertir esta muestra en un sucedáneo. David Moreno y Miguel Arraiz presentan un mosaico para su proyecto Ekklesia, que no cabe duda que tendrá unos valores artísticos diferentes e interesantes (Moreno lo califica de «el proyecto mas interesante al que me he enfrentado desde que empecé en esto»), pero que, a estas alturas, debe tener un grado de madurez arquitectónica que se oculta a los asistentes, a imagen y semejanza de la portada de un disco o la falla tapada que mostraron, es un decir, pilaristas y jordanos el año pasado.

Además de la exposición de maquetas, y siguiendo la costumbre de los años anteriores, la carpa se ha acompañado de unos expositores de indumentaria valenciana y otros servicios relacionados con la fiesta.

La Interagrupación se refuerza

En otro orden de cosas, la actualidad fallera está marcada por la recomposición de la Interagrupación de Fallas, que en su reunión del pasado miércoles aprobó el regreso a la misma de la Federación Benicalap Campanar, mientras que la única que faltaba por reintegrarse tras la creación de la ya desaparecida Unión de Agrupaciones del Cap i Casal, la del Marítimo, también ha solicitado la incorporación, con lo que la totalidad de agrupaciones estarían ahora reunidas en un mismo colectivo.