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Entrevista | David Moreno

"El gran reto es traer a la gente y que no se vaya defraudada"

"El gran reto es traer a la gente y que no se vaya defraudada"

Nou Campanar se la juega, pero David Moreno y, por extensión, Miguel Arráiz, también. A falta de medios económicos para hacer de una falla convencional y competitiva el reclamo, la comisión, en su nueva etapa, ha acentuado aún más la propuesta experimental. En ella, la interacción, el homenaje a los mosaicos de Nolla, la labor solidaria y el concepto más vanguardista de realización de fallas se dan la mano con todos los interrogantes abiertos. El autor material es un artista que venía como un tiro en Jesús-San Francisco de Borja, pero al que se le indigestaron los premios en Convento Jerusalén y más aún en esta misma demarcación en las pasadas fiestas.

Su presidente ha establecido que el lema es, más o menos, «que no se olviden de nosotros». ¿Puede ser inolvidable su falla?

La falla es un reto enorme porque está claro que es algo diferente, muy diferente, pero que tiene que provocar que, cuando la gente acuda y venga adrede hasta aquí, no quede defraudada.

De momento, lo único que nos han enseñado son unos mosaicos. ¿Hay algo más? Porque sólo poniendo un suelo, el tema se puede complicar.

Hay más. Para entendernos, habrá un volumen tridimensional arriba. Con mensaje, concepto y explicación. Pero si se enseñara, perdería la magia. Estará en constante evolución, hasta el día 19.

Esta falla da la sensación de que seguirá la línea de las de Castielfabib, que se ha extendido en círculos, incluso internacionales, como obras de prestigio.

Yo soy publicista y las fallas están mal comunicadas. No se han dado los pasos correctos. Hacer un proyecto experimental nos permite entrar en otros ámbitos. Y también en esos ámbitos hay posibles patrocinadores y gente dispuesta a apostar por la fiesta.

Ha trabajado nuevamente con Arráiz, un arquitecto.

Trabajar con ese lenguaje es más que interesante. Hay que apostar por proyectos de interrelación, como éste.

Al igual que hay gente que desprecia estos proyectos, ¿no los hay que los sobrevaloran, procediendo entonces a despreciar los "convencionales"?

No quiero que mi falla pase por esa tesitura. No quiero recibir elogios por contraposición. Más aún, a la fiesta no la enriquecería que todas las fallas fuera como ésta o como la de Castielfabib. Si hay casi cuatrocientas fallas, ¿por qué no puede haber cien, por decir una cifra, de trazo realista, cien de caricatura, cien de un trazo más contemporáneo y cien de experimentación. Yo puedo creer en este proyecto, pero veo lo que hace Julio Monterrubio o Paco López Albert, y me embeleso, porque yo no sé hacerlo y aprendo. Precisamente, en la riqueza y en la variedad está el mejor activo de la plástica fallera. Por ejemplo, en fallas infantiles, cada artista que ha irrumpido ha abierto una puerta nueva. José Gallego, Marina Puche?

¿Es producto de las circunstancias, las de no obtener unos premios mejores?

Me queda el consuelo de que Convento fue un proyecto que no se entendió en su momento, pero que con la revisión del paso del tiempo sigue creciendo.

Este proyecto fue anunciado apenas unos días después de que usted dijera que no plantaría.

Fue la última gestión de Juan Armiñana. Me llamó y, sin poder decir nada, me puso sobre la mesa la opción de volver a plantar.

Y también en Torrent?

En Ramón y Cajal, una fallita modelada de cartón, con sus caritas y sus gestitos. Un bomboncito totalmente distinto.

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