Un libro con formato similar al oficial fallero de todos los años, pero cargado de datos históricos, dejará para futuras generaciones una parte lo que ha dado de sí el máximo organismo festivo, la Junta Central Fallera, en los últimos 75 años. La publicación, que estaba lista desde hacía unos meses, supone el final de los festejos relacionados con las bodas de diamante y supone, de alguna forma, el homenaje a aquellos que, durante más o menos tiempo y con mayor o menor acierto, ocuparon cargos para la coordinación de la fiesta, tanto en la época franquista, de elecciones y decisiones a dedo, como en la actual, donde la participación de las comisiones queda salvaguardada por la figura del delegado de sector, a pesar de las voces que, desde un sector de la fiesta, y al amparo de los problemas surgidos con la crisis y las nuevas normativas, piden más: la desvinculación del gobierno municipal.

Es un libro blanco, que no polemiza. Ni incide en el origen «impuro» ni recuerda algunos de los incidentes turbulentos que han sucedido a lo largo de las décadas

El libro, que ha sido coordinado por el vicepresidente Jorge Guarro y las delegaciones a su cargo, empieza con una historia del ente antecesor, el Comité Central Fallera e incluye entrevistas y perfiles con los presidentes, vicepresidentes y secretarios generales, así como con vocales veteranos del ente. De los grandes protagonistas, Ricard Pérez Casado declinó participar, por lo que las alusiones a él están incluidas en la entrevista a Enrique Real.

El almanaque incluye las fotografías de las fallas de la plaza del Caudillo, País Valenciano y Ayuntamiento „aunque no fue hasta la transición cuando ésta pasó a ser realmente «municipal»„, los ninots indultados, falleras mayores y cortes de honor, con listados revisados y actualizados, así como las imágenes de los actos conmemorativos que se celebraron durante las pasadas fiestas.

Había tanto material que otros elementos han tenido que ser derivados a un DVD, que incluirá una memoria gráfica amplia, con más de tres mil imágenes, incluyendo mucho material inédito procedente de colecciones particulares y el histórico de competiciones y actividades.

Reunión histórica

Tal y como ha sucedido en los anteriores actos conmemorativos, la presencia de una auténtica legión de falleras mayores e infantiles de Valencia. El protagonismo se lo llevó María José Carmena, la recordada fallera mayor de 1965 que, al poco de quemarse las fallas, sufrió una enfermedad ósea que, con el paso de los años, la ha postrado en una silla de ruedas, que fue la propia Rita Barberá la encargada de conducirla. Junto a ella, muchas falleras de todas las décadas, incluyendo desde las más cercanas (Estefanía López, María Donderis, Carmen Sancho, Claudia Villodre... a las de un pasado más cercano. Tampoco faltaron una parte importante de directivos históricos, incluyendo los últimos cuatro presidentes.