La Asociación de Comerciantes del Centro Histórico ha expresado su malestar por el hecho de que el Ayuntamiento de Valencia no les tenga en cuenta en las reuniones preparatorias de las Fallas y han elaborado un decálogo de propuestas que deberían cumplirse estos días, entre ellas la prohibición de puestos ambulantes que tapen los escaparates y los comercios habituales o que contaminen con sus humos tiendas de ropa y tecnología.

Los comerciantes exigen que «como forma de trabajo habitual» el Ayuntamiento de Valencia cite a los comerciantes a las reuniones previas a la ocupación de la vía pública en Fallas. Sólo de esa manera se podrá recavar «mayor información» y tener en cuenta sus opiniones a la hora de tomar decisiones. Los comerciantes, por su parte, podrían defender sus «intereses generales y sectoriales».

No les gusta, por ejemplo que se coloquen puestos de venta ambulante y mercadillos que, incumpliendo la norma, obstaculicen escaparates y acceso a los establecimientos o bien obliguen a desviar el flujo de viandantes.

Especial mención hacen, en este sentido, de los puestos de churros, masas fritas y alimentación y del daño que causan a las tiendas de ropa y tecnología, muy sensibles a los «humos y olores» de estos puestos.

Creen, así mismo, que la imagen de los chiringuitos callejeros debería estar en consonancia con la estrategia turística de la ciudad para no perjudicar la imagen de la misma, además de primar a las empresas radicadas en la ciudad a la hora de conceder licencias.

En cuanto a la venta ilegal, su mayor preocupación es el «top manta», los «lateros» y los puestos de alimentación, por lo que piden un plan especial para evitar este tipo de ilegalidades y además dotar a la policía de medios materiales, tecnológicos y humanos para llevar a cabo los controles necesarios. De no ser así, le piden al ayuntamiento que «se abstenga de autorizar actividades en la vía pública que no puedan ser posteriormente debidamente controladas». Es más, creen que debería formarse una patrulla especial para combatir la venta ilegal en la calle y así evitar su proliferación.

Según fuentes de la asociación, cuando hablan con la policía para tratar este asunto, los agentes les dicen que no son suficientes para atenderlo todo y además les advierten de que actuar contra el «top manta» es peligroso, pues «salen corriendo y puede haber heridos en la estampida».

Finalmente, los comerciantes apelan al consistorio para mantener la limpieza de la fiesta y de la ciudad. En consonancia con ello, sugieren que los establecimientos de venta ambulante estén obligados a limpiar el puesto y el entorno, así como a cumplir con la normativa de protección de los consumidores en cuestiones higiénico-sanitarias.

En caso de que se incumpla alguna o varias de estas exigencias, la asociación propone que se revoquen automáticamente las autorizaciones y además que se les inhabilite para la ocupación de dominio público en el siguiente ejercicio fallero.

«Un problema que va creciendo cada año»

Julia Martínez, gerente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, aseguró ayer que el problema de los puestos ambulantes crece cada año, sobre todo la venta ilegal y la ocupación de vía pública. Este año, sin ir más lejos, asegura que se ha autorizado un mercadillo en la recién urbanizada calle Félix Pizcueta, «una cosa que no había ocurrido nunca» y que además supone un agravio comparativo con los comerciantes de la zona, pues «alguno ha pedido sacar terraza estos días y le han dicho que no porque el ayuntamiento aún no ha recibido la obra». «Unos no pueden sacar ni dos meses y a los otros lo que quieran», dice.