Apúntate. Tanto si eres nuevo como si ya lo eres. Porque tan importante es captar falleros de nuevo cuño como que los que ya hay no pidan el finiquito. El calendario festivo de 2015 ha sido tan apretado que no había dado prácticamente tiempo a que las comisiones celebraran sus fiestas de apuntà. Y pasada la Semana Santa y la Pascual, las jornadas de sábado y domingo han sido las elegidas por gran cantidad de comisiones para abrir el casal (que ya para estas fechas debe estar limpio y reacondicionado tras los excesos de marzo) y ofrecer la posibilidad de pasar un buen año por, relativamente poco dinero y obligaciones.

Talleres, actuaciones, paellas para aquel que se apunte, alguna que otra feria de abril, quinto y tapa, juegos de mesa y otros entretenimientos se ponen en la calle para reforzar unos vínculos que no todos han podido soportar durante los años de crisis, pero que, en líneas generales, aunque la pérdida de censo general es mucho menor de lo que cabía esperar tras los tiempos pasados.

Las comisiones han diseñado toda una estética de mensajes («Ser fallero sienta bien», «Ven y hazte micaelo», «Seas mayor o niño, la pregunta es: ¿quieres disfrutar los 366 días del año?», «ven a apuntarte a la falla de tu barrio», «Si te gusta el tardeo de los viernes no dudes en apuntarte») incluso de cartelería, donde los de Matías Perelló-Luis Santángel se llevan la palma con una foto de su grupo humano, el resultado de su particular resurgimiento cuando estaban a punto de desaparecer hace tres años.

Comisiones como la ruzafeña es sólo una en una larga lista: Rubén Vela, Bilbao-Maximiliano Thous, Barón de San Petrillo, Músico Espí, José Soto Micó, Humanista Mariner, Ángel Villena, Alcácer-Yátova, Marqués de Montortal-José Esteve, Ramiro de Maeztu-Leones, Maestro Bellver, Santa María Micaela, Periodista Azzati, María Ros-Manuel Iranzo, Músico Gomis... son muy pocas, casi se pueden contar con los dedos de una mano, que pueden permitirse el lujo no admitir a nadie mientras no haya bajas porque su censo está en máximos.

Se buscan presidentes

Mientras tanto, las comisiones se encuentran en pleno proceso de constitución y algunas de ellas están teniendo auténticos problemas. Los sorprendente es que, en algunos de los casos, se trata de comisiones perfectamente consolidadas, no los típicos ejemplos de comisiones del centro histórico, con pocos falleros y escasos medios económicos. Ahora son casos tan llamativos como el de Doctor Manuel Candela-Avenida del Puerto, que anoche tenía su última oportunidad de encontrar presidente. Reglamentariamente, las comisiones tienen hasta tres opciones de junta general para constituirse. El llamamiento que se hizo para esta asamblea era ya muy preocupante: «Saber que si en esta reunión no saliera Presidente, presidenta o Junta Gestora, se presentaría en Junta Central Fallera la incidencia y ellos decidirían si dar una prorroga o el cese de nuestra comisión». Curiosamente, la comisión viene de celebrar el 50 aniversario y de ganar el primer premio de sección. «Este año no es el 50 aniversario, pero no por ello la falla es menos importante. Luchemos todos por conseguir otros 50 años mas de nuestra comisión». Una situación parecida de falta de presidente se sufría aún hasta anoche en otra comisión sólida como Maestro Valls-Marino Albesa.

Por contra, otro de los aspectos que ha llamado la atención de los últimos nombramientos de presidentes es el regreso a las direcciones unipersonales. Comisiones incluso pioneras, como Ángel del Alcázar-José Maestre han vuelto al modelo tradicional.