Las candidatas a corte de honor de 2016 aprendieron ayer la coreografía del acto. Es decir, aprender por dónde aparecer en público (desde el pasillo superior de la Fonteta), por dónde bajar y cómo alternar mayores e infantiles para posarse en el centro del pabellón. Allí harán entrega de una flor a los actuantes y todos ellos, además, llevarán unos pequeños efectos de luz, que compartirán con el público para componer el que se prevé que sea apoteósico inicio del acto.

Este acto tiene que ser así porque en el final el apoteosis es muy diferente: sólo la sexta parte de los allí presentes quedan contentos. El resto tendrá que plegar sus pancartas con el sabor de la frustración.

Para Altv Producciones es todo un reto tratar de innovar en un acto al que ya se le han dado muchas vueltas. La directora del acto, Esther Navarro, decía que «la parte artística está controlada. Lo más complicado será la coordinación con las candidatas. Para nosotros es una experiencia nueva porque es la primera vez que trabajamos con las fallas, pero tenemos bastante experiencia en eventos de este tipo y confiamos que todo salga correctamente. Esperamos que sea un espectáculo que guste».

Aunque, a la hora de la verdad, lo que pretenden los ocho mil asistentes es que el acto vaya rapidito y que se conozca el veredicto pronto. Eso depende del jurado, tanto el mayor como el infantil, que hoy se despedirán de las que han sido compañeras de aventura las últimas dos semanas. A estas alturas ya se ha realizado una gran criba. De hecho se puede decir que más de la mitad de las participantes han caído ya en los primeros descartes y que una parte notable de los puestos ya están ocupados por las que han gustado por unanimidad general (las que logran el llamado «cinco de cinco»). Ahora viene el gran problema: cómo completar el listado con muchas posibles. Ahí es donde llegará el verdadero debate, las votaciones y el verdadero brete para los calificadores. Hay muchas ilusiones en juego.