El concejal de fiestas, Pere Fuset acudió ayer a la sede de Levante-EMV para participar en un chat dedicado, sobre todo, aspectos relacionados con las fiestas. Dentro de la infinidad de preguntas radiografió a su fallera mayor ideal: «una mujer valenciana de su tiempo, con capacidad para ser embajadora de la fiesta y, a la vez, estar de manera natural y próxima a su gente. Su condición económica, estado civil o familiar no debe ser ningún condicionante».

También reconoció que la figura de «fallero mayor« no la ve cercana «porque no veo una demanda básica ni generalizada en la fiesta».

Pero hubo para mucho más. Por ejemplo, hizo un resumen de su gestión teniendo en cuenta que «en 120 días no nos ha dado tiempo a más». Habló de «mantener la subvención a la falla, impulsar los usos tradicionales de la Ciudad Fallera, explorar soluciones para dignificar la Exposición del Ninot y el Museo del Ninot, analizar cambios las fallas innovadoras...»

Para la Crida dejó entrever la posibilidad de que la fallera mayor infantil también hable y se mostró contrario a que hubiera una comisión de falla formada por gays, lesbianas o transexuales «porque la diversidad sexual ha de ser transversal a la fiesta. No entendería una comisión exclusiva LGTB. Lo que tenemos que hacer es dar visibilidad a la diversidad».

Se refirió a su contrincante político para los próximos cuatro años, Félix Crespo: «Fue un muy buen presidente de la JCF. Quiero encontrarme con el Félix que combina racionalidad y emoción y no el que tira de demagogia».

De la salida de la asamblea de presidentes del hemiciclo del ayuntamiento remarcó que «la fiesta la hemos de vivir con corazón y la tenemos que gestionar con la cabeza. Ningún presidente invitaría a 400 personas a un casal donde sólo caben cien. El próximo martes en el Palau veremos como la importancia de la asamblea está en la gente que lo compone y en los temas que se tratan , con la aproximación a unos presupuestos participativos».

Y sobre el hecho de no ser fallero "de cuota" muchos años aseguró que «de joven hacía fallas cada verano en el corral de mi pueblo y soñaba con ser artista fallero. Por motivos económicos me tuve que borrar. ¿Queremos abrir la fiesta a quien no es miembro de una comisión? Dejémonos de pedigrís y abramos las puertas. Cuando me dicen eso insultan a toda esa gente que vive la fiesta con pasión aunque no estén vinculados a un casal».