Las visitas institucionales son un compromiso habitual de las falleras mayores recién elegidas casi desde el principio de los tiempos. Normalmente son conversaciones bienintencionadas en las que cuesta un poco romper el hielo, para lo que siempre viene bien hacer una visita al edificio de turno. Por eso, seguramente lo más llamativo del inicio del ciclo de 2016 hay que buscarlo en unas declaraciones que son más que una declaración de intenciones. La vicepresidenta de las Corts Valencianes y alcaldesa de Quart de Poblet, Carmen Rodríguez, destacó el nombramiento de su convecina, Sofía Soler, como fallera mayor infantil de Valencia. No sólo por el hecho de «romper, por fin, una regla no escrita que no les permitía ser fallera mayor infantil a una fallera de nuestras comisiones», sino por lo que puede suceder para el futuro: «creo que si quedaba alguna duda sobre el futuro de las poblaciones dentro de la Junta Central Fallera, con este nombramiento, y con lo que supone de integración, se queda bien despejado.

Es verdad que, en alguna ocasión hubo peligro de que esto sucediera, pero este nombramiento viene a reforzar ese vínculo y viene a ser también un aspecto muy esperanzador para Mislata, Xirivella y Burjassot». La cuestión no es baladí, puesto que en el último Congreso Fallero, celebrado en 2001, estuvo a punto de materializarse la separación forzosa, parada a última hora. La presencia de las comisiones de cuatro ayuntamientos en la disciplina de la Junta Central Fallera es una rareza administrativa, basada en la costumbre. Es algo, de todos modos, que dependerá a la hora de la verdad de los debates del próximo Congreso Fallero. Carmen Rodríguez subrayó precisamente uno de esos aspectos ventajosos para las poblaciones: «conocía a Sofía del año pasado, cuando fue fallera mayor, porque tenemos actos dobles, los de Valencia y los de Quart».

Sin eventos «artificiales»

La primera jornada de visitas incluyó no sólo a las Corts, donde fueron recibidas por su titular Enric Morera, sino el Consell Valencià de Cultura y la Generalitat Valenciana, donde se estrenaron.

El presidente, Ximo Puig aprovechó para lanzar un recado al pasado: «no hay que buscar eventos artificiales, el gran evento de los valencianos son las Fallas. Y está pendiente su promoción internacional». Y destacó la figura de la fallera mayor en el sentido de ser «el reflejo de la sociedad en que vivimos y de la modernidad. Sin menospreciar a aquellas que han sido anteriormente, sino porque cada época tiene sus momentos. Y Alicia representa ésta actual. Me ha sorprendido que tenga 30 años, pero me ha sorprendido gratamente. Me parece una mujer con mucha convicción, con capacidad para entender el mundo en el que vive y muy firmada. Demuestra que el papel de la fallera mayor, más allá del aspecto folclórico. Así, se rompen y se avanza en esas costuras para mejorar lo que es una representación que no tendría sentido en los estereotipos del pasado».