La asamblea de diciembre tiene que elegir cómo se calificará el concurso de fallas. Cualquier colectivo fallero puede presentar propuestas. A día de hoy sólo hay dos: una del Gremio de Artistas (extraordinariamente escueta: tres jurados por sección y publicación de las puntuaciones) y la del secretario general de la Junta Central Fallera. Esta tiene el valor de realizarla el responsable final de la organización del operativo.

Entre las ideas, sostiene también la reducción en el número de jurados (salvo en Especial y Primera) y mantiene la opción de que cada sección organice sus propios jurados.

En esta propuesta de José Martínez Tormo y su equipo destaca que se mantendría el sorteo, pero distribuyendo los jurados en dos grupos: noveles (con derecho a un tercio) y veteranos. Pero el aspecto más llamativo es que ponen sobre la mesa un sistema de puntuación, basado en el criterio de impresión general: nada de puntos por modelado o pintura o elección por consenso: se daría una votación decreciente según el número de premios a otorgar: ocho, siete, seis, cinco, etcétera si se dan ocho premios de falla. La suma de puntos generaría el reparto de premios.