El ayuntamiento de Valencia está estudiando la forma de permitir a la sociedad civil, y especialmente a las comisiones de falla, la oportunidad de ver una «mascletà» desde el balcón del ayuntamiento. O, por lo menos, intuirla, puesto que en el recinto teóricamente más privilegiado es casi imposible disfrutar del disparo. Pero la posibilidad de estar y de ver de cerca al resto de invitados, es una aspiración casi mística en el mundo de las fallas. El anuncio coincide en el tiempo con la petición formulada por un grupo de falleros, aunque Pere Fuset recalcó anoche que «es una promesa que anuncié ya en mi primera comparecencia».

En cualquier caso, se trata de un proyecto. Evidentemente, algo se hará, que es más que nada. Pero lo que parece bastante claro es que la aspiración de cien entradas de palco que pedía la iniciativa ciudadano-fallera no es la opción más viable. Sobre todo, porque ayer Joan Ribó también anunció en Radio Valencia que ese opción también quiere plantearla para el resto de ciudadanos.

De momento, lo que sí que parece claro es que los asistentes serán menos que hasta ahora. Contados por Levante-EMV, un balcón lleno acoge, acreditados o «colados», a 375 personas, una auténtica barbaridad en materia de seguridad. «El aforo puede ser, en todo caso, algo más de la mitad de esa cifra. Haremos recorte en la partida institucional y falta hacer el encaje para que acudan las fallas».

Entre los aspectos a considerar está la diferencia entre ir vestidas de valencianas o de particular, pues que, como es fácil imaginar, el vuelo del traje implica menos espacio.

Otra alternativa a tener en cuenta es que, más allá de poder acceder después al balcón, la invitación sea "al ayuntamiento". Es decir, poder verlo desde balcones de despachos „que, normalmente, tienen una visibilidad mucho mejor que la zona VIP„. Ha sido una costumbre que los anteriores concejales de fiestas, Félix Crespo y Francisco Lledó, invitaran a falleras mayores y cortesanas de años anteriores, pero que veían el disparo desde un despacho y sólo al acabar acudían al balcón a hacerse una foto. El despacho de Félix Crespo, que ahora ocupa Carlos Galiana, por ejemplo, tiene fama de tener una vista excepcional de toda la plaza.

Hay otra alterantiva a considerar, aunque más complicada en materia de seguridad: habilitar una «grada vip» bajo el ayuntamiento, tal como ocurre de forma espontánea los días que hay cabalgatas. Esto requeriría un estudio de Protección Civil.

En cualquier caso, Pere Fuset aseguró que «es una tema que tenemos en estudio y que va a tener una solución». Pero no será hasta más adelante cuando pueda reglarse: si es por sorteo entre peticiones, si es rotatorio (como ocurre, por ejemplo, con las carrozas de la Batalla de Flores), etcétera.

Y una «cordà» en julio

Joan Ribó también comentó en la emisora que está estudiando recuperar la «cordà» como manifestación pirotécnica. Esto forma parte del proyecto de programa de la Feria de Julio, donde se pretende hacer fuegos menos habituales que los tradicionales castillos, y que incluiría este disparo e incluso, si hay viabilidad, un piromusical.