«Me hubiese gustado poner unos grilletes, pero quizá era pasarse» comentaba un artista fallero refiriéndose a una figura, relacionada con el Partido Popular, entregada ayer en la última tanda antes de la inauguración de mañana. Y lo habría podido hacer: las nuevas técnicas permiten, en menos tiempo, sacar personajes casi de última hora o, simplemente, poner un atrezzo que las actualice. Hace falta imaginación y recursos a partes desiguales. Ayer, Sergio Musoles presentaba la figura de Reino de Valencia-Duque de Calabria, que incluía a Joan Ribó con una de las magas de la célebre cabalgata, perfectamente caricaturizada con el pelo naranja y el traje azul.

A pesar de los últimos acontecimientos nacionales, domina la crítica local. Y el ninot estrella es Pere Fuset, que se convierte en protagonista como consecuencia de su turbulento inicio. Con el embudo de la ley del embudo, de rey soberano, de torero cortando el rabo... es el personaje del año, sin ningún género de dudas, sucediendo a Pablo Iglesias. Hay varios Ribó y alguna figura de Mónica Oltra. El cambio, después de tantos años, da mucho juego y los artistas lo han hecho suyo.

No se olvidan los clásicos, porque hay figuras de Rajoy y de otros ex presidentes. También repite Pablo Iglesias, pero con menos intensidad. Los acontecimientos locales han desplazado al político nacional. El turista que debe convertirse en el nuevo consumidor de ninots tendrá muchas figuras que le causarán indiferencia, porque poco puede saber un crucerista de quien es Pere Fuset. Bastante tendrá con comprender qué son esas figuras que, hasta los días 14 y 15, permanecerán en el museo Príncipe Felipe. Un príncipe que también sale en algunas escenas.

Entre las candidatas al indulto por la vía de lo primoroso, vuelven los clásicos. Hay aportaciones interesantes y coincidentes, como los amores en la ancianidad que presentan Convento Jerusalén y Na Jordana. Los que defienden el título son los de Almirante Cadarso, que presenta un huertano tocando la guitarra ante la mirada ensimismada de una niña. Una fórmula de éxito. Este año hay incluso una virgen inmaculada rodeada de monaguillos, una figura mariana más que inusual en el temario.