Falleras mayores infantiles vestidas de pequeñas superwoman; artistas plásticos con antifaz en el rostro y mensajes muy duros sobre experiencias narradas en tercera persona. Todo eso y más presentó ayer la falla Blanquerías como hilo argumental no ya en sus monumentos falleros, sino en su particular filosofía para el ejercicio. Si el año pasado éste estuvo dedicado al cáncer de mama, en esta ocasión la comisión que preside Gloria Martínez Amigó pisa un terreno aún más sensible, puesto que se trata del maltrato infantil en sus diferentes versiones. De tal manera que anoche incluso los más pequeños narraban relatos de otros como ellos, menos afortunados, que sufrían acoso escolar, abuso sexual o castigo físico.

Es por todo ello que las actividades están destinadas a recaudar fondos para la Fundación Anar (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo). Algunas de ellas se pudieron ver ayer en el casal: las obras dibujadas libremente por niños de la comisión y que, una vez seleccionadas, pasaron a los pinceles de conocidos artistas, muchos de ellos de la fiesta fallera (José Santaeulalia, Ceballos y Sanabria, Ramón Pla, José Gallego, Anna Ruiz...), convirtiéndolas en obras de gran calidad que serán subastadas próximamente. La exposición de las mismas quedará abierta desde el lunes y hasta el próximo viernes. Hay también carrera popular organizada a tal efecto (se corre el sábado, 20) y la propia temática de las fallas (de Ceballos&Sanabria la infantil y Antonio Verdugo la grande) son otros de los aspectos en los que se incide en esta labor de concienciación. Tal y como dijo ayer la presidenta, que fue fallera mayor de Valencia en 2008, «si la vida fuera más rosa (era su color corporativo durante el reinado) todo sería mejor. Así que si hay un problema, hay que intentar ayudar encontrando una solución».