El pleno de la Junta Central Fallera dejó también en la reunión de anoche una de las sanciones más duras impuestas hasta la fecha en un campeonato deportivo. En concreto, se sancionó con doce y ocho años de inhabilitación a sendos jugadores de la comisión del Pouet de Burjassot. De esta forma, ninguno de ellos podrá participar en concurso o campeonato alguno, sea del tipo que sea, y que tenga carácter oficial por parte de la Junta Central Fallera.

La resolución no ahondó en los hechos, pero estos son tan sencillos como la existencia de una tángana en el transcurso de un partido entre la comisión y la de Molinell-Alboraia, en la que se produciría una agresión en toda regla. Aunque la resolución es la relacionada con su vinculación con la fiesta, fuentes conocedoras del caso aseguraban que también hay una denuncia, con parte de lesiones incluido, presentada ante la justicia ordinaria.

La propuesta de sanción „la segunda del ejercicio, tras una recibida por unos jugadores de pelota valenciana„ se aprobó por asentimiento general y, en todo caso, tan sólo el que fuera delegado de incidencias, Francisco Llago, instó a que hubiese un control de este tan largo periodo para evitar que alguno de los castigados, sea en esa comisión o en otra, pudiera participar mientras esté pendiente de completarse la sanción.

En el informe también se reprende a las dos comisiones, a la vez que se les reclama que adopten las medidas necesarias para «favorecer el "fair-play" en próximas ocasiones».

Una actividad en entredicho

Dicha sanción y, sobre todo, los hechos acaecidos, cuestiona una vez más la celebración de determinados deportes en el ámbito fallero y que, lejos de fomentar, como se pretende inicialmente, la «germanor» entre las comisiones, lo que dan lugar es a conflictos. Curiosamente, los casos más importantes debatidos en los plenos falleros han sido con el fútbol sala, un deporte de mucho contacto físico, superando claramente al fútbol 8. Hasta el punto de que, en su momento, el que fuera presidente de la Junta Central Fallera Alfonso Grau llegó a mostrarse partidario de dejar de convocar esos concursos y, en todo caso, dejar como actividad deportiva aquellas a las que no se le supone contacto físico (tenis de mesa, padel, squash en su momento, etcétera).