En un acto tan masivo como esperado, Valencia dio ayer la bienvenida a las Fallas. Puede parecer un tópico pero la ciudad ya vive inmersa en sus días más grandes tras la Crida que se celebró ayer noche en las Torres de Serranos. Decenas de miles de personas volvieron a congregarse para dar el pistoletazo de salida a 20 días de frenética actividad que culminarán el 19 de marzo con la «cremà» de los más de trescientos monumentos que a partir de unas dos semanas comenzarán a jalonar las calles de la ciudad.

La Crida es uno de los actos más esperados del calendario fallero y la de ayer, con tantas novedades, no era una excepción. Era la primera, evidentemente, de Alicia Moreno y Sofía Soler como máximas representantes de la fiesta, pero también de Joan Ribó como alcalde desde lo alto del catafalco „recibió más aplausos que abucheos„ y la de Pere Fuset como presidente de la Junta Central Fallera. Fue también la primera vez que una Fallera Mayor Infantil tomó la palabra en un discurso muy aplaudido que, por cierto, fue signado por una intérprete de lengua de signos por primera vez.

La animación ante las torres comenzó en torno a las 19 horas. Miles de falleros de cientos de comisiones llevaban ya incluso desde las 15 horas apostados frente a una de las entradas medievales de la ciudad. Todo empezó con Chimo Bayo, muy jaleado por las decenas de miles de personas que aguardaban ante las torres. Después fue el turno de un espectáculo de luces que se hizo un poco largo para los falleros.

El alcalde Ribó tuvo un papel más secundario que el que tuvo hace un año la exalcaldesa Rita Barberá. Tras desear que la ciudad «abra su corazón a todos los visitantes» „en un discurso leído„, dio la palabra a Sofía Soler. La Fallera Mayor Infantil, la primera en hablar en este evento, se acordó de los oficios falleros en un discurso muy aplaudido. Alicia Moreno, por su parte, tuvo palabras para los falleros, a los que llamó «hijos de un pueblo viejo, fiel a sus tradiciones» en el marco de un discurso muy reivindicativo de la fiesta y de la identidad valenciana. «Ser fallero es más que un sentimiento, es nuestra forma de vida», dijo, y pidió a los más pequeños que hagan suyas las tradiciones de sus padres. También se acordó de los valencianos que están lejos de la C. Valenciana y dio la bienvenida a las Fallas en inglés, italiano y francés. Todo el acto estuvo repleto de referencias a la posibilidad de que las Fallas se conviertan Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

El acto estuvo presidido por el jefe del Consell, Ximo Puig, que no cantó el himno, y por Ribó, así como por representantes de todos los partidos en el consistorio.