La pirotecnia Alicantina ha apostado por una mascletà clásica con una "partitura" llena de cambios de ritmo y mucho ruido y que el alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha disfrutado a pie de calle en la zona reservada a personas con discapacidad en vez de hacerlo desde el balcón.

La décima mascletà del ciclo de Fallas en la plaza del Ayuntamiento ha transmitido la esencia de los disparos de "hace cien años, cambiando un poco el ritmo y completando los espacios vacíos de truenos", según ha explicado el gerente de la empresa, Pedro Luis Sirvent.

El pirotécnico, para quien los "nervios y la responsabilidad" de disparar en Valencia son "gajes del oficio", ha asegurado que "no ha habido nada chino ni ordenador", lo que conllevaba "trabajar más las mechas y los tiempos".

"Cuando uno diseña una mascletà tiene que imaginar como va a sonar e ir escribiendo la partitura", ha agregado, a la par que ha incidido en que antes del terremoto ha habido dos cambios de ritmo, mientras que el propio terremoto ha subido su intensidad en cuatro fases en vez de en dos.

Sirvent, que ha recordado que se inició con 11 de años de forma autodidacta y luego fue discípulo de Vicente Caballer Calatayud, ha asegurado que solo llevaba 96 kilos de carga reglamentada, la segunda más baja de todas las que se van a disparar en Valencia estas Fallas.

"Si pongo más rompo la plaza. Cuando uno mete muchas cosas de colores y muchas cajitas chinas, implica mucha materia reglamentada pero no hace ruido", ha explicado, además de defender que él entiende las mascletàs como la ha disparado.

Ha asegurado que lo que más le ha gustado ha sido el terremoto terrestre, en el que ha expuesto la máxima potencia para hacer vibrar a la gente y le ha dedicado el disparo a Paco Benlloch, un joven de Benaguacil "con problemas y mucha ilusión por la pirotecnia", hermano de un operario de su empresa.

Como manda la tradición, el equipo de pirotécnicos ha subido al balcón ha recibir su baño de multitudes y, allí ya le esperaban las falleras mayores y el alcalde, que se ha incorporado a la vorágine del balcón, hoy con alcaldes como invitados, después de ver la mascletà en la calle.

Minutos antes de las 14.00 horas y después de la tradicional recepción de alcaldes, Ribó ha bajado a la zona donde hoy estaban enfermos medulares de la asociación Aspaym, que solo abandonan el hospital en ocasiones especiales y que han agradecido su presencia y sus saludos e incluso han apuntado que "deberían hacerlo todos los alcaldes".

Ribó también se ha acercado a la habitual zona acotada para personas con discapacidad física y psíquica y ha recibido el cariño de la gente, que no ha perdido la oportunidad de hacerse una foto con él.

Cruz Roja ha informado de que en el disparo de hoy ha atendido a un total de cinco personas, cuatro de ellas por lipotimia y otra por una crisis de ansiedad.