En la que se acabó convirtiendo, con derecho propio, en una de las mejores «mascletades» de las Fallas 2016, al menos hasta el momento, la Pirotecnia Valenciana de Llanera de Ranes hizo temblar ayer la plaza del Ayuntamiento. Decenas de miles de personas se llevaban las manos a las orejas, sorprendidas, al término del disparo mientras en el balcón, donde los oídos están entrenados, se repetían adjetivos como «brutal» o «espectacular».

El disparo contó con composiciones alrededor de la plaza con fuego, color, silbato y con efectos de humo marcando la Senyera, hasta llegar al gran terremoto final. Así lo explicó el gerente de la empresa, José Manuel Crespo, que señaló que el objetivo era conseguir un principio con «mucho ritmo» para luego dar paso a cinco retenciones terrestres de menor a mayor, sin grandes abusos de fuego aéreo para llegar a ese terremoto que catalogó como «una delicia».

Recalcó que la novedad de esta «mascletà» estaba en el diseño, donde quisieron hacer «algo diferente», con marcajes y un ritmo in crescendo alrededor de la plaza. Para este disparo la empresa empleó 250 kilos de material reglamentario, de los cuales entre 70 y 80 se utilizaron para el terremoto. «Hemos apostado muy fuerte, y no podía ser menos para el día que es, estamos en Fallas, es domingo, la plaza estaba llena y tenía que ser una ´mascletà´ de las características que ha sido», subrayó.

El montaje para el disparo, digital, comenzó a las 02.00 horas de este domingo y finalizó a las 11.00 horas, pero su preparación, tal como explicó Crespo, ha sido «durante todo el año prácticamente, porque vas probando cosas y las cosas que mejor te salen y mejor haces las pones aquí en la paraeta esta tan internacional como son las Fallas». Afortunadamente, el tiempo acompañó e hizo emplearse a fondo a la Cruz Roja, que atendió 24 lipotimias y seis crisis de ansiedad con un total de 38 intervenciones durante la «mascletà» y sus horas previas.